En el municipio de Chignahuapan, en la sierra norte de Puebla, un grupo de ciudadanos resguarda una de las especies míticas y fascinantes de la cultura mexicana: el axolote.
La “Casa del Axolote” es un espacio dedicado a la conservación y reproducción en la que –actualmente– habitan alrededor de 100 ejemplares, comenta Yanin Carbajal, socia fundadora.
En entrevista con Poblanerías, Yanin Carbajal habla sobre la importancia que los axolotes tienen para la ciencia, el símbolo que representa dentro de la cultura azteca y sobre todo, los cuidados para preservar la especie que se encuentra en peligro de extinción.
“Estamos en una crisis donde el medio ambiente cada vez tiene más dificultades para poder abrirse camino por culpa del ser humano y queremos regresarle algo a través de la concientización de las personas que nos visitan a la exhibición del axolote”
En la Casa del Axolote, instalada a un costado del centro de Chignahuapan, resguarda cuatro de las más de 17 especies que pueden existir:
*Ambystoma velasci: habita principalmente en la Sierra Norte de Puebla.
*Ambystoma andersoni: habita principalmente en Zacapu, Michoacán
*Ambystoma dumerilli: habita principalmente en Pátzcuaro, Michoacán
*Ambystoma mexicano: habita principalmente en Xochimilco en CDMX.
Reproducción y cuidados
Además de ser un espacio de exhibición y conservación, la Casa del Axolote es una unidad de manejo ambiental que cuenta con los permisos por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para la reproducción de las especies: velasci, mexicano y dumerilli.
Y es de aquí donde viene su importante labor porque la especie dumerilli es la que tiene mayor probabilidad de extinción debido a que habita en un solo lugar en el mundo: el lago de Pátzcuaro.
Comenta las dificultades para la reproducción de las especies, debido a que necesitan condiciones específicas para su reproducción como clima frío:
“Su reproducción es difícil porque todo depende del clima y ahorita con el cambio climático, que de un año a otro cambia radicalmente, un axolote al reproducirse, al tener las condiciones necesarias deposita desde 50 y hasta 700 u 800 huevecillos. Pero de esos, si hablamos en cuestiones de naturaleza, realmente sobreviven muy poquitos porque unos al nacer no tienen la fuerza necesaria, otros se van enfermando y a otros los depredan. Entonces, se tiene la estadística que sobrevive el 1%”.
Yanin Carbajal considera que existe un debate entre axoloteros sobre qué es lo mejor para el futuro del axolotes y si la venta de las especies contribuirán a promover el cuidado y conservación.
El axolote es una especie delicada que necesita de climas fríos y cuidados en la piel que solo encuentra en aguas estancadas ya que es donde hay microorganismos que les ayudan a mantenerse sanos. Lo anterior, no quiere decir que vivan en aguas sucias.
“El axolote es muy delicado, es un animal bastante difícil y tiene enfermedades bastantes complicadas. Por ejemplo, si logras tenerlo en la pecera, uno de los requerimientos es que tenga suficiente espacio para él mismo, debe ser amplia. Muchos los quieren poner como pez beta y un axolote necesita mínimo unos 60 u 80 litros de agua, contar con refugios donde pueda sentirse desestresado, contar con agua fría pues no puede vivir con agua caliente porque su metabolismo se acelera, enflaca y muere”.
Biología y regeneración
Dependiendo de la especie, hay axolotes negros o marrón moteado, albinos o blancos. Aunque su tamaño medio es de 15 centímetros, algunos pueden alcanzar hasta los 30 centímetros de largo.
Son animales de sangre fría que viven la mayor parte del tiempo en el agua, donde respiran a través de branquias. Cuando llegan a su etapa adulta se vuelven terrestres y cambian su respiración pulmonar.
El axolote tiene la capacidad de regenerar sus extremidades amputadas, huesos, nervios y músculos; curar heridas sin dejar cicatrices e incluso regenerar órganos internos dañados.
En 2018, científicos del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, realizan una ambiciosa investigación que les ayude a determinar las aplicaciones medicinales y alimentarias del axolote.
El estudio que se realizó en Pátzcuaro, Xochimilco, regiones del Estado de México y Puebla, sugiere que el axolote puede utilizarse como recurso nutricional en casos extremos, como el periodo después del parto, así como alimento para niños que se encuentran en estado de desnutrición y para los ancianos que pierden vigor físico.
Por eso, a partir de todos estos antecedentes y sus usos potenciales los científicos apuestan por la defensa, conservación e impulsar la continuidad de la especie.
Y en tiempos de pandemia
Yanin Carbajal señala que, debido a la emergencia sanitaria, el trabajo de conservación se ha dificultado sobre todo para encontrar el alimento.
Antes viajaba constantemente a Ciudad de México para conseguir lo necesario; sin embargo con el cierre y las restricciones de movilidad, se ha complicado, al grado que ha tenido que comenzar a reproducir lombrices y otros animales que sirven de alimento.
“Toda la dificultad se cuadruplicó, el tratar de mantenerlos sanos y a parte de lo sanitario es el clima, ahorita estamos con mucho calor en Chignahuapan cuando eso no es normal. Gracias a que la gente nos visitaba, recibíamos todo el tiempo donativos que son los que nos han ayudado a mantener a los axolotes en las condiciones que hemos logrado tenerlos, pero con el cierre desde marzo, nos ha complicado el mantenimiento”.
En temporada baja, la Casa del Axolote es visitada hasta por 30 personas; pero, en temporada alta, vacaciones de verano y los meses de octubre a diciembre, llegan a recibir hasta 2 mil personas.
Yanin Carbajal mencionó que buscan un acercamiento con universidades de la región para la reproducción de alimento para axolote como insectos, peces, lombrices y charales.
Si quieres apoyar a la conservación de estas especies, puedes contactar a la Casa del Axolote a través de Facebook o en el teléfono: 797 976 77 64.
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POB/LFJ