El yoga es una disciplina antigua que comenzó hace miles de años en la India. No está relacionada a la religión. Lo que busca es conectar el cuerpo, la mente y el alma, a través de posturas o asanas, de meditación y de ejercicios de respiración. Sus beneficios son la disminución de estrés, la relajación, la claridad mental, la flexibilidad, la resistencia física, entre muchos otros.

Si nunca antes has hecho yoga y quieres empezar desde cero, practicar yoga desde casa es una excelente opción. Tiene sus propias ventajas, como conocerte mejor, descubrir qué te gusta más, equilibrar el estado físico, mental y emocional, llevar tu propio ritmo, practicar las posiciones o estilos que más te gustan y progresar constantemente si lo haces diario o seguido.

Puedes comenzar buscando imágenes que muestren algunas posturas de yoga, en internet o en libros, e imitarlas. En internet existen muchos videos que son prácticamente clases de yoga gratis que puedes seguir a tu ritmo y practicar cuantas veces quieras. También existen clases de yoga en línea con instructores profesionales, horarios fijos y retroalimentación, las cuales generalmente tienen un costo semanal o mensual. No olvides calentar y estirar primero.

El material básico que se necesita para comenzar a hacer yoga en casa es un tapete de yoga, de preferencia antideslizante. Existen más accesorios que se pueden utilizar para mejorar las prácticas dependiendo del estilo de yoga, como toallas antideslizantes del tamaño del tapete por si se suda mucho, bloques de yoga, correas para flexibilidad, y un cojín de meditación.

Es necesario encontrar un lugar de la casa donde haya suficiente espacio para moverse, así como un momento del día en el cual tengas suficiente tiempo. En ese tiempo que dedicarás al yoga, debes intentar hacer a un lado tus pendientes del día y pensamientos ansiosos, para conectar contigo mismo y estar totalmente presente.

La variedad del yoga

Actualmente existen alrededor de 30 tipos de yoga. Algunos de ellos son combinaciones de varios estilos y evoluciones. Cada uno de ellos tienen distintas prácticas tanto físicas como mentales, y manejan distintas velocidades o ritmos, aunque se comparten muchas de las asanas. Los tipos de yoga más comunes son:

  • Hatha; es un yoga más que nada físico que se basa en las posturas y se coordina con la respiración. Su objetivo es la relajación.
  • Vinyasa; son movimientos completamente sincronizados con la respiración, que van fluyendo de una postura a otra sin parar.
  • Bikram; es una secuencia de 26 posturas en un orden concreto que se practica en una habitación con temperatura alta, alrededor de 40 grados. Con ella se busca estirar y fortalecer los músculos. También se practica la respiración.
  • Ashtanga; se enfoca mucho en la parte física. En este yoga las posturas van a una velocidad alta de manera energética. No es recomendado para principiantes, ya que es un ritmo avanzado y requiere de mucha fuerza.
  • Kundalini; está más enfocado en encontrar la paz interior con posturas sencillas y la meditación. Busca despertar la energía del cuerpo desde la base de la columna. Fortalece el sistema nervioso.
  • Iyengar; busca la postura correcta en cada posición. Para ello, se utilizan accesorios como bloques, correas y cojines. Se realiza a un ritmo lento y se mantiene cada postura por un minuto.

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POB/KPMG