OPINIÓN: Festival de gritos o debate presidencial en los Estados Unidos

ANTAR HEADER

Durante el debate presidencial entre Donald Trump y el candidato Joseph Biden se escuchó poco y se observó mucho. Se pudo percibir dos estrategias diferentes tratando de imponer una retórica en la dinámica, y un Chris Wallace como moderador inexistente.

El pasado martes 29 de septiembre, en Cleveland, se celebró el primer debate entre los dos candidatos para el siguiente periodo presidencial de cuatro años.

Tras el anuncio de la prueba positiva de COVID-19 del presidente de los Estados Unidos y la primera dama, quedan en una cuerda floja los otros dos debates que se tenían planeados para este mes con la finalidad de preparar la elección del 3 de noviembre.

¿Qué se observó durante este festival de gritos?

En primer lugar, tenemos a un Donald Trump utilizando una táctica empleada en el Capitolio llamada filibusterismo, que hace referencia a no dejar hablar al contrincante o hacer gastar su tiempo de manera deliberada.

Esta jugada tenía la intención de sacar de la retórica a Biden, no dejarlo expresar sus ideas y desconcentrarlo. Esto con el propósito de hacer evidente sus puntos débiles respecto a la oratoria y la memoria, resultado de su tartamudez.


publicidad puebla
 

Como es habitual, Trump también ocupa las provocaciones para hacer enojar a su contrincante y desviarlo de los temas. Un claro ejemplo fue cuando le dijo a Biden que:  “en 47 meses” había hecho más que él en 47 años.

Por otra parte, tenemos a Joe Biden tratando de capitalizar los temas rojos que son: el manejo de la pandemia, la recesión económica y la polarización social.

Uno de los momentos más lúcidos por parte del candidato demócrata, fue cuando se le preguntó a Trump acerca del pago de impuestos federales sobre la renta en los años 2016 y 2017 donde aportó solo 750 dólares y que etiquetó como poco patriota al presidente Trump.

Sin duda, Joe logró –dentro de lo posible– tener una actitud tranquila al principio, pero conforme avanzó el tiempo se notaba un enojo. Esto fue evidente cuando Biden le dijo a Trump “payaso” o que en su opinión era el peor presidente que ha tenido Estados Unidos.

El moderador Chris Wallace se vio envuelto en estos intercambios, sin respeto a los tiempos pactados por parte de los dos candidatos y reflejando el control nulo de este evento.

En algún punto, Wallace invitó a Trump a cambiar de rol, en vista de que no lo dejaba hacer preguntas y esto fue la frase que resume este acontecimiento: “El moderador soy yo, téngalo en cuenta”.

¿Qué debemos tener presente?

Es importante resaltar que, en este primer debate, el protagonista ya no fue México sino China. Sin embargo, el tema migratorio puede causar que el país recupere un papel central en el discurso y no se espera que los dos candidatos cambien su postura en este tema.

Otro punto importante es la división social, con las manifestaciones encabezadas por “Black Lives Matter” y la actuación poco empática del presidente Trump. Esta problemática podría dinamitar las votaciones del 3 de noviembre con el aumento de protestas y una elección cerrada.

Por último, Trump inició un debate acerca de la confiabilidad de las elecciones debido a que parte del voto será por correo. Por si fuera poco, el mandatario rechazó comprometerse a una transición pacífica.

La apuesta final del actual mandatario estadounidense se enfoca en disputar bajo la vía legal las elecciones. A raíz de la muerte de la jueza Ruth Bader de la Corte Suprema, Trump cuenta con la posibilidad de nominar un juez afín a sus convicciones.

Esto sería importante debido que los republicanos cuentan con la nominación de seis jueces y los demócratas con tres, cambiando el tablero político.

Contacto: [email protected]

Twitter: @antarmaa

Instagram: antararagon


POB/LFJ