Octubre es considerado el mes rosa para la concientización sobre el cáncer de mama, el tipo más frecuente para las mujeres. Sin embargo, no es el único padecimiento del que hay que cuidarse.
Existen varios estudios (realizados por un ginecólogo) que se deben atender periódicamente para prevenir enfermedades relacionadas con la salud sexual.
La visita
Asistir al ginecólogo es muy importante para las mujeres, ya que son médicos los encargados de asegurarse que los órganos sexuales y reproductivos estén sanos. Se recomienda que la mujer asista con este especialista cuando se presente el primer periodo menstrual o al empezar su actividad sexual.
Al tener una vida sexual activa, lo recomendable es asistir al ginecólogo, por lo menos, una vez al año, para realizarse un chequeo constante y detectar enfermedades o problemas que pudieran presentarse.
Las revisiones
Elaboramos una guía de chequeo para la salud femenina con base en información del National Institutes of Health, Hospital Sant Joan de Déu y Planned Parenthood:
1 Revisión mamaria.
Se debe realizar a partir de los 20 años, para la detección de “bolitas” o nódulos que puedan aparecer en los senos.
Derivado de esto, cada año, a partir de los 40 años, se debe realizar una mastografía, ya que la posibilidad de desarrollar cáncer de mama es mucho mayor, a partir de esa edad.
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2 Citología vaginal.
Esta es una prueba donde se toma una muestra del cuello uterino que, comúnmente, es conocida como la prueba del Papanicolaou que permite detectar células anormales en el cuello uterino que podrían causar cáncer de cuello uterino.
La prueba de Papanicolaou detecta cambios celulares provocados por el Virus del Papiloma Humano, una enfermedad que puede provocar verrugas o hasta llegar a convertirse en cáncer.
La frecuencia con que debe hacerse dependerá de la edad, historia clínica y resultados de la última prueba. En mujeres de 21 a 29 años puede ser cada tres años; de 30 a 65cada 5 años, o solo una prueba de Papanicolaou o del VPH cada 3 años.
3 Ecografía trasvaginal.
Es utilizada con el fin de poder detectar posibles quistes, miomas, tumores u otras patologías que pudieran alterar el ciclo menstrual y transformarse en algo más.
Además, también permite indicar si existe alguna alteración en los órganos internos, la cual requiera una intervención quirúrgica o solo tratamiento.
4 Pruebas de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Estas pruebas no forman parte del chequeo regular con el ginecólogo.
Depende de la vida sexual, las parejas sexuales y la forma de protección, para determinar cuáles y en qué frecuencia; el ginecólogo será quien lo determine.
Las pruebas pueden ser de diferentes formas como:
- Pruebas de orina
- Análisis de sangre
- Reconocimiento físico
- Pruebas con cotonetes, ya sea, en la boca, vagina, ano, cuello uterino o en alguna lesión que se presente.
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POB/LFJ