“Escuché que has escrito un par de libros”, dijo un hombre a la escritora Rebecca Solnit mientras estaban en una fiesta. Ella comenzó a contarle sobre su último libro pero fue interrumpida por él. Aseguraba que existía uno mucho mejor explicado el mismo tema, aunque se refería a la misma obra sin saberlo.
A partir de esa experiencia, la escritora redactó el ensayo Men Explain Things To Me, en español: Los Hombres Me Explican Cosas, donde analiza la tendencia de los varones a explicar cosas con tono paternalista.
Las raíces del mansplaining
El mansplaining se refiere a cuando un hombre interrumpe a una mujer para explicarle algo, asumiendo que ella no sabe o que tiene menos conocimientos por el hecho de ser mujer. Además, lo hace con una actitud paternalista y condescendiente, explica la psicóloga Tania Saavedra.
“Es un tipo de violencia machista. Como es por la palabra, y debido a esta cultura patriarcal, estamos muy acostumbradas a que el hombre tiene la voz y la mujer está al espacio privado, y lo empezamos a normalizar”.
A partir de la publicación de Solnit, el término comenzó a tomar popularidad y muchas mujeres comenzaron a sentirse identificadas.
“Es el patriarcado hablando”, comenta Tania Saavedra y agrega que, aunque se ve insignificante o normal, afecta la autoestima de las mujeres debido a que su objetivo es precisamente invisibilizar y anular sus comentarios, por eso es considerada como otra forma de violencia machista.
Con el mansplaining se pretende acentuar sobre la mujer la relación de poder en posición de “calla y aprende, porque el que sabe acá soy yo”, señala.

No se debe malinterpretar
La psicóloga Saavedra comenta que, no porque un hombre opine se le va a anular, como en el caso de un profesor dando clase a un grupo de mujeres, porque eso no tiene nada que ver con mansplaining.
El mansplaining se relaciona con la manera y el contexto en el que se dice y el objetivo que tiene.
“Por ejemplo, a una bióloga le quieren explicar sobre un tema en el que ella es la experta sobre reproducción y viene un hombre sin conocimientos universitarios a darle un discurso. Él habla, habla y habla, y solo por ser hombre se le atribuye que lo está diciendo es lo correcto”, expresa.
No es un secreto que desde hace siglos se vive una educación donde se le da más peso a la voz del hombre y se silencia la de la mujer, aunque poco a poco ha ido cambiando aún permanecen estas conductas.
Tania Saavedra explica que desde pequeños se van gestando estos comportamientos y lo van reproduciendo.Repercusiones a nivel psíquico
Con el simple hecho de que a una mujer se le estén explicando las cosas, considerándola en un menor rango por su género y aunque ella sea una experta en el tema, se está ejerciendo violencia que afecta a nivel psíquico, comenta.
“La enfermedad mental se ha convertido en una herida por donde supuran todas las desigualdades sociales. Para mí, utilizar esta frase es bastante profundo porque esto nos lastima, entonces recurrimos a sanar nuestra salud mental, a alguien que nos escuche por estar viviendo estas situaciones sociales que tienen un contexto”, subraya.
Principalmente, provoca en las mujeres:
- Inseguridad
- Baja autoestima
- Autocensura
A su vez, reprimirse provoca enfermedades, además de pensar que no se es capaz, y por ende le da la razón y poder al patriarcado.
“Me vienen convenciendo de que mi voz no es suficientemente importante ni valiosa y por eso termino callando, y al terminar callando no ocupo espacios de poder ni de toma de decisiones. No es solo ocupar espacios, sino que estos tengan implicaciones, es decir que sean de tomas de decisiones a nivel público”, agrega.
¿Cómo actuar?
Durante el mandato de Barak Obama, un grupo de mujeres elaboró una especie de guía para evitar el mansplaining, la cual se puede adoptar, siempre y cuando la afectada lo deseé, menciona Tania Saavedra:
- Amplificar. Al estar en una reunión una mujer dice una idea y no es tomada en cuenta, otra retoma el comentario dándole crédito. Si tampoco es escuchada, otra más la menciona y así hasta que se tome en cuenta. “Cuando se escucha la voz de una, se escucha la voz de todas”.
- Hablar fuerte y claro. Cuando él empieza a subir la voz y a callarla, la mujer debe hablar fuerte y claro sosteniendo su postura. Además de preguntarle con qué argumentos está diciendo lo que menciona.
- Acuerpar. La afectada no tiene que voltear la cara cuando esto pase y otras mujeres deberían acuerparla, es decir darle más realce a su voz. Se trata de un acto de sororidad.
Por otra parte, los hombres también pueden evitar hacer mansplaining cuestionándose:
- ¿Desde dónde se está hablando?
- ¿Se tiene argumentos o solo se hace desde un lugar que el patriarcado otorga privilegios?
- ¿Con qué tono se está haciendo? Si se está hablando como si se le explicara a una niña entonces se está haciendo mansplaining.
Pero, sobre todo, tomar en cuenta que debe establecer relaciones basadas en equidad y amor, y no en la supremacía.
La atención psicológica es de suma importancia, en ese sentido la psicóloga Tania Saavedra se pone a disposición a través de la página de Facebook Háblame de ti atención psicológica o el número telefónico 967 138 73 85, brinda consultas presenciales y en línea.
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POB/KPM