Desde que Mariana Sánchez Dávalos denunció abuso sexual no recibió apoyo por parte de las autoridades, tras su muerte el desinterés se sumó a las irregularidades pues su familia denuncia que el cuerpo de la joven doctora fue cremado sin su autorización.
De acuerdo a Lourdes Dávalos, madre de la víctima, tienen la impresión de que las autoridades intentan esconder las verdaderas causas de la muerte, pues en un inicio se manejó como suicidio y no se realizó ninguna investigación, sino que la carpeta se reabrió tras las exigencias, pero con la incineración se complica el caso.
Al respecto, en conferencia de prensa, Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, anunció este que la federación intervendrá, por lo que se acordó en el Gabinete de Seguridad reunir un equipo federal coordinado por la dependencia que encabeza y la Secretaría de Seguridad Publica.
“Va a participar no solamente Fabiola Alanís, que ya ha estado en contacto con las autoridades de Chiapas, sino también de Paulina que es de la Unidad de Apoyo a la Justicia y algunos otros funcionarios de Seguridad para avanzar en esto”, agregó.
La mamá de Mariana reiteró que solo le permitieron verla un momento para despedirse, pero que le hicieron presión para sacar el ataúd, llevarse la carroza y posteriormente cremarla, antes de que pudiera llegar al sitio donde esta acción se efectuó.
De acuerdo al Código Federal de Procedimientos Penales, incinerar un cadáver tras una muerte violenta va en contra del protocolo.
En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se han dado múltiples manifestaciones por parte de estudiantes, amigos, familiares y otras personas, quienes le exigen a las autoridades que se esclarezca el caso.
Los compañeros de la Facultad a la que pertenecía Mariana, decidieron entrar en paro indefinido, debido a que el caso causó indignación.
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¿Quién fue Mariana Sánchez Dávalos?
Mariana tenía 24 años de edad, nació en la Ciudad de México y desde pequeña se mudó con su familia a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Lourdes Dávalos describe a su hija como una mujer encantadora, risueña, dulce, y dispuesta a ayudar a quien fuera, sobre todo de acuerdo a la profesión que decidió estudiar.
Cursó la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), posteriormente tuvo que hacer su internado en una clínica pública en Nuevo León, cerca de donde se encontraba su mamá, quien se mudó a Coahuila por trabajo.
Después, tenía que realizar durante un año su servicio social, antes de continuar con su residencia, y fue así como llegó a la comunidad Nueva Palestina, en el municipio de Ocosingo, Chiapas.
Su mamá narra que llegó a un pequeño cuarto a un costado de la clínica de Nueva Palestina, el cual no tenía cama ni baño pues tenía que atravesar un terreno baldío para acceder a este, que además compartía con otros compañeros de la clínica. No contaba con señal de teléfono ni internet y recibía una beca de 3 mil pesos al mes por su labor.
Acoso constante hasta su muerte
Lourdes Dávalos recuerda que un compañero de la doctora comenzó a acosarla desde que llegó a la comunidad y cada vez era más insistente. Incluso solía ir a buscarla a su cuarto bajo los influjos del alcohol intentando acceder.
Entre octubre y noviembre de 2020, Mariana le contó a un amigo que dicha persona había forzado la puerta de su cuarto, se metió en su cama e intentó tocarla, ella reaccionó y se resistió, por lo que este huyó.
Posteriormente, le comunicó los hechos a la responsable del centro de salud y le dijo que renunciaba, pero no tomó en cuenta nada. Le dio unos tamales, le dijo que se tomara unos días y que regresara normal a trabajar.
Mariana no pretendía que corrieran al médico, sino que ella misma saliera de la clínica, pues tenía miedo de que él le hiciera algo. Por ello, pidió su traslado, pero nunca llegó, mientras que lo único que hicieron en el centro de salud fue cambiar de turno a su compañero.
El cuerpo de la joven fue encontrado sin vida el viernes 28 de enero, un día antes hizo sus maletas para irse el fin de semana a su casa en Tuxtla, como lo hacía cada fin de semana. Pero, su mamá cuenta que habló con ella y se escuchaba muy angustiada, lloró y le dijo que la seguían acosando.
“Quedamos en volver a hablar cuando terminara su trabajo, pero ya no pude. Ni siquiera sé si fue esa noche o al día siguiente por la mañana cuando la mataron”, asegura.
Del sujeto, las autoridades aseguran que ya lo tienen identificado, pero no darán a conocer más información para no entorpecer la investigación.
En el artículo 325 del Código Penal Federal, se establece que comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
1. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
2. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
3. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
4. Haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza;
5. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
6. La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida;
7. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.
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POB/KPM