Hasta 2020, en Puebla se contabilizaron 650 niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años de edad maternando, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); producto de diferentes contextos, como violencia sexual principalmente cometida por familiares o conocidos.

El 18.4% de mamás en Puebla son adolescentes, además el estado ocupa el octavo lugar a nivel nacional en cuanto a madres de 12 a 14 años de edad, solo por debajo de:

Estado

Casos

Estado de México 4,515
Guanajuato 1,166
Jalisco 1,162
Nuevo León 1,138
Ciudad de México 723
Veracruz 694
Chiapas 698
Puebla 650

En México, 4 de cada 10 víctimas de violencia sexual son menores de 15 años de edad, además el 60% de los agresores son familiares o conocidos, según el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).

La gran cantidad de embarazos en menores de edad en América Latina se deben a elevados índices de violencia sexual, además de la falta de acceso a servicios esenciales de salud y múltiples violaciones a los derechos humanos de las niñas, de acuerdo al colectivo “Son niñas, no madres”.

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Acusan que las niñas abusadas sexualmente son obligadas a maternar, pues no les dan la posibilidad de acceder a un aborto, pese a que en algunos lugares es legal bajo esta causa, como Puebla, e incluso en ocasiones no se les da apoyo psicológico.

Asimismo, se tienen que enfrentar a daños a su salud mental, interrupción de estudios, discriminación, e incluso si abortan involuntariamente son juzgadas ante la ley.

Por ello, el colectivo exhorta a los estados a garantizar la salud, la vida y los derechos de las niñas latinoamericanas, con un decálogo de 10 recomendaciones:

  1. Partir de un enfoque integral.
  2. Brindar educación sexual integral en todos los niveles educativos.
  3. Proporcionar información y servicios de salud sexual y reproductiva.
  4. Asegurar el acceso sin discriminación a los servicios de salud sexual y reproductiva.
  5. Garantizar el acceso a la interrupción del embarazo.
  6. Elaborar e implementar rutas y protocolos especializados de atención.
  7. Asegurar el acceso a la justicia y reparación
  8. Implementar programas y leyes para eliminar los prejuicios y estereotipos de género.
  9. Fortalecer su capacidad institucional para abordar el tema.
  10. Desarrollar indicadores y evaluar impacto.

¿Qué hacer para disminuir el abuso?

1 Creer. Es importante siempre creerle y no dudar de las niñas si se denuncia sobre este delito a las madres, padres o adulto.

2 Visibilizar los derechos. Hacerle saber a las niñas desde temprana edad cuáles son sus derechos y enseñarles que nadie puede violentarte de esa forma. Que sepan que tienen el derecho de abortar en caso de violación, por ahora.

3 Acceso a la información. Enseñarles, comenzando desde casa, acerca de la sexualidad, métodos anticonceptivos y ser abierto ante un tema importante que, por la desinformación, puede traer embarazos no planificados.

4 En caso de ser madre, padre o responsable de un varón, la importancia de educar desde niños, para evitar que crezcan con machismo y rodeado de violencia hacia la mujer. Porque es importante saber que cuando una mujer sufre de violencia, siempre es culpa del agresor, nunca de la mujer. 

La ENAPEA pone a disposición de los adolescentes y personas interesadas, el micrositio y la campaña ¡Yo decido!, donde se puede encontrar información de interés para saber qué se puede hacer en un caso de violencia sexual a menores.


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POB/KPM