
Este fin de semana, Lewis Hamilton comandó su regreso y el de su equipo a la lucha por el campeonato.
Lo hizo fiel a su estilo: en medio de la polémica y mostrando condiciones de manejo superiores a prácticamente todo el resto de la parrilla. Ahora, Hamilton se sitúa ocho puntos por debajo de Max Verstappen en el campeonato de pilotos, mientras que Mercedes está a tan solo cuatro puntos de Red Bull, en un fin de semana que los de Milton Keynes no van a olvidar.
Era la última llamada para Mercedes y no la dejaron pasar.
Hamilton, en la línea. Definitivamente la acción que definió el Gran Premio de Gran Bretaña fue el contacto entre Hamilton y Verstappen, que dejó fuera de la carrera al neerlandés y lo envió al hospital.
Aunque a Hamilton lo penalizaron con 10 segundos -que rindió durante su detención en boxes-, el británico exprimió al máximo su Mercedes para superar a Charles Leclerc a tan solo dos vueltas del final y llevarse la victoria.
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La dosis de polémica ocurrió principalmente durante el periodo de bandera roja que siguió al accidente.
Los mensajes por radio de Red Bull y Mercedes hacia la Dirección de Carrera trataron de influir en la decisión de los comisarios que revisaron el incidente.
Mientras Christian Horner señalaba la presunta imprudencia de Hamilton, Toto Wolff indicaba que tenían datos que demostraban que el campeón se encontraba por delante de Verstappen al momento del contacto y, por tanto, el accidente había sido responsabilidad del neerlandés.
Revisando las grabaciones de las cámaras a bordo de ambos pilotos, es posible apreciar que Hamilton no cambia el curso de su trayectoria, mientras que Verstappen intenta cerrarle el espacio para evitar el rebase.
Habría cabido esperar que Hamilton levantara ligeramente el pie del acelerador para evitar el toque a tan alta velocidad.
Sin embargo, la disputa por el campeonato está al rojo vivo y parece que para Hamilton fue demasiado tentador no evitar un toque con Verstappen que, por lo menos, lo habría enviado varias posiciones al fondo.
Lo que es innegable es el riesgo de hacer contacto precisamente en la curva en que ocurrió el incidente, que pudo tener consecuencias graves para Verstappen o incluso para los espectadores.
Basta ver la llanta trasera derecha, que estuvo a punto de desprenderse del Red Bull y, a últimas, el estado en que terminó el auto luego del impacto contra la barrera de contención.
McLaren, con equipo completo. Fue un fin de semana casi redondo para McLaren, ya que sus dos pilotos finalizaron en el top 5. Parece que Daniel Ricciardo por fin le encontró el modo a su auto y Norris sigue rindiendo al nivel que le hemos conocido este año.
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Desafortunadamente, una parada de boxes desastrosa echó por tierra la posibilidad de que el británico pudiera pelear por una aparición más en el podio.
Al momento, tanto Lando Norris como McLaren se sitúan terceros en ambos campeonatos.
Checo, otra vez para el olvido. El fin de semana de Checo Pérez inició mal desde la calificación del viernes.
El mexicano nunca pudo situarse en el mismo ritmo que su compañero de equipo y eso le agregó una dosis innecesaria de presión a su desempeño en la carrera sprint.
El desastre se completó con el trompo durante la carrera del sábado, que condenó su fin de semana.
Checo partió de boxes para intentar remar contra la corriente y, atrapado en el tráfico del pelotón del medio, lo más que logró fue evitar que Hamilton se quedara con el punto extra por la vuelta más rápida.
Solo bastaron un par de malos fines de semana para que Checo se ubique ahora en la quinta posición del campeonato de pilotos, por debajo de Norris y Bottas.
Red Bull es un equipo con poca paciencia, sobre todo cuando la pelea por ambos campeonatos se ha cerrado de manera súbita.
Red Bull’s lead cut to 4 😮#BritishGP 🇬🇧 #F1 pic.twitter.com/oqLCvmTSNC
— Formula 1 (@F1) July 18, 2021
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Cuando cae la bandera verde, las luces del semáforo se apagan y comienza la acción. Espacio dedicado al análisis de Fórmula 1: hechos históricos y actuales sobre los equipos y los pilotos que crean cada Gran Premio.
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POB/RPC