Carisa Mabel Flores Delgado estudia el primer semestre de arquitectura en la IBERO Puebla. Tiene 18 años y un diagnóstico de insuficiencia renal, que la ha obligado a someterse a sesiones de hemodiálisis así como a un tedioso proceso para conseguir un trasplante. Además, necesita diez medicamentos difíciles de costear.
Un grupo de amigos de su escuela, el Instituto México, está organizando una función especial para recaudar fondos. La fecha es el próximo 2 de noviembre, Día de Muertos, en el Autocinema Scaleta ubicado en Lomas de Angelópolis. Los boletos tienen un precio de 265 pesos por vehículo. Para más información sobre cómo adquirirlos, usted querido lector, puede dar clic aquí.
¿La película elegida para esta función filantrópica? Coco, la cinta que como ninguna otra en años recientes, puso a México en la mira internacional. Algunos ejemplos: El crítico alemán Andreas Platthaus le dedicó una videoreseña en el sitio del Frankfurter Allgemeine, uno de los periódicos germanos de mayor circulación.
Ahí la llamó “una declaración de amor estadounidense por México”. En el emblemático diario británico The Guardian, Peter Bradshaw consideró que la película “tiene una potencia que Pixar no había tenido en un buen rato”.
Le Figaro le dedicó un reportaje al Día de Muertos con motivo de la premiere en Francia. La Nación, de Argentina, retomó una nota de El Universal que habla sobre la mujer michoacana en la que los creadores se inspiraron para el personaje de la abuelita.
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Tanto se ha dicho y escrito sobre Coco –tantas personas conocen y aman la cinta– que encuentro poco provecho en elaborar comentarios sobre sus virtudes y debilidades. Al final, ¿a quién no conquista la canción de “Recuérdame”? Prefiero rescatar una serie de datos que considero interesantes:
- Coco aparece en la posición número 72 del listado de mejores películas de la página IMDB (propiedad de Amazon y el sitio sobre cine más popular del mundo). Del universo Pixar, solo WALL-E tiene un lugar más alto en la jerarquía.
- Indiewire, un medio especializado de primera que además se promociona como “la voz de la independencia creativa”, incluyó a Coco en su lista de las 50 mejores películas del 2017.
- Al director Lee Unkrich le gustó el nombre Coco para la cinta, no solamente como una referencia a la bisabuela del protagonista, sino por tratarse de una palabra corta y algo enigmática. La palabra no da pistas sobre la trama.
- El título no funcionaba bien para el mercado brasileño. El término cocô en portugués es sinónimo de “caca” o “mierda”. Por eso, en Brasil, la producción animada llegó a la cartelera como ¡Viva! La vida es una fiesta.
- Adrian Molina, codirector de Coco, creció en California como el hijo de dos inmigrantes mexicanos. Cuando llegó el momento de ir a la universidad, sus padres le dieron la bendición y el momento quedó guardado en su memoria. Este acto de la bendición parental fue clave para desarrollar el final de la película.
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- Los esqueletos fueron el elemento más difícil de animar. Unkrich no quería provocar miedo en el público y buscaba que los esqueletos se movieran con cierta naturalidad.
- Coco es la cuarta película más taquillera de la historia en México –solo superada por las dos últimas de Avengers y Toy Story 4–. Recaudó 1098 millones de pesos, siendo la primera producción en rebasar la barrera de los 1000 millones.
Representó el 6.6% del total de la taquilla de 2017.
LA PALOMITA: Noche de fuego de Tatiana Huezo representará a México en los próximos premios Óscar. ¿Logrará la nominación Netflix la tendrá en su catálogo a partir del 17 de noviembre.
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POB/RPC