Llegó el día. Este 22 de abril, no solo representa el inicio de la temporada 2022 de la Liga Mexicana de Beisbol, sino que puede ser considerado un día histórico por varias razones: Tigres regresó a Puebla.
En 2020 la temporada se tuvo que cancelar, lo que significó pérdidas, en todos los sentidos, tanto para las organizaciones, como para los aficionados al Rey de los deportes.

Salió el calendario de juegos 2022 hace unos meses y todo indicaba que la serie inaugural en el Estadio Hermanos Serdán se llevaría a cabo el 29 de abril entre los Pericos de Puebla y los Leones de Yucatán, la cual se esperaba con ansias por los aficionados, peloteros y las instituciones. Pero hubo un cambio de planes.
La serie inaugural en el Nido Verde se tuvo que adelantar y no precisamente los Pericos jugarían de locales. Un cambio de última hora a principios de abril hizo que los Tigres regresaran a la Angelópolis, a la colonia Maravillas, al Serdán, como locales para enfrentar a los Piratas de Campeche.
Este hecho, no ocurría desde la temporada 2006, la cual había sido última temporada en que el equipo felino jugaba como local en tierras poblanas. Para 2007 la franquicia ya estaba residiendo en Cancún, Quintana Roo y Puebla se quedó únicamente con los Pericos.
Había tráfico pesado para ingresar al estacionamiento del Estadio. El Club Puebla estaba por disputar la jornada 16 de la Liga BBVA MX, ante el Necaxa y el estacionamiento estaba a reventar, las calles eran un caos y la lluvia amenazaba.

Los vendedores ambulantes estaban presentes con mercancías de todo tipo, tanto de fútbol como de béisbol. Se veían preparados.
Sus promociones acompañadas del “¡Llévele, llévele!” atraían a los aficionados a sus locales y no se iban con las manos vacías.
Estar presente en una serie inaugural significa más allá del primer partido de una temporada, es el momento en que cada equipo sale al terreno de juego con ganas de comerse el mundo y conquistar el diamante para lograr el campeonato.
Y como si fuese primer día de clases, el calzado reluciente no pasa desapercibido, ni los cascos, las guanteletas limpias, los arreos nuevos, esos brillan, no tienen ni un solo rayón.

Los guantes están listos, las pelotas nuevas fuera de sus cajas, sin un plástico que las proteja, listas para rodar en la arcilla, en el césped húmedo y ser conectadas y lanzadas a más de 90 millas por hora. Esto es béisbol, esta es una serie inaugural.
Afición se reencuentra con los Tigres
El Nido está listo y rugiendo. Comienza la ceremonia de inicio de temporada y ambos equipos son presentados con la narración de Barajas desde la cabina de transmisión. Suena el Himno Nacional, se realiza el lanzamiento de la primera bola y sale fuegos artificiales desde el jardín central.
Los tambores, las matracas, los silbidos, las porras. El béisbol estaba de vuelta en el Nido Verde y la afición recibió con los brazos abiertos a los Tigres de Quintana Roo en su antigua casa.
Pedro Fernández (#45) fue elegido para ser el pitcher abridor del primer juego de la serie por los Tigres de Quintana Roo.
El primer bate de Campeche, Rubén Sosa, había jugado la temporada 2021 con Tigres y por lo que aficionados de Tigres le gritaban a Fernández (#45) “¡Pónchame a ese cabrón!”, a cada grito los acompañaban un trago profundo de cerveza.

Con rectas que llegaban a las 93 millas por hora y cambios de velocidad que desorientaban a los bateadores de Campeche, Fernández (#45) permitió únicamente dos carreras en cinco entradas de labor.
La defensiva felina realizó jugadas en la hora cero para sacar del hoyo a sus lanzadores, mientras que la ofensiva de Piratas nunca pudo igualar el marcador ni ponerse encima.
Después de la quinta entrada, los Tigres ampliaron la ventaja en el marcador por más de 10 carreras.
Cayó el out 27, los aficionados bélicos estaban afónicos, pero más que satisfechos.
–Valió la pena faltar a mi trabajo en Ciudad de México hoy, exclamó un miembro de la porra de Tigres tras finalizar el encuentro. Guardó su matraca, puso el tambor en su espalda y gritó: ¡Nos vemos mañana Piratas!
Después de 16 años, los Tigres volvieron a rugir en la colonia Maravillas.
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POB/LFJ