Los Lavaderos de Almoloya, espacio histórico en la zona del Paseo Viejo de San Francisco, fue reabierto al público, luego de permanecer bajo la administración de un privado.

En conferencia de prensa, Carlos Palafox Galeana, consejero jurídico del Estado de Puebla, mencionó que los Lavaderos de Almoloya fueron recuperados después de casi cinco años y serán abiertos nuevamente al público general en un horario de 9:00 a 18:00 horas.

El lugar había permanecido cerrado y en resguardo por parte del Hotel Azul Talavera; sin embargo, el pasado 22 de mayo de 2022, este lugar histórico poblano fue recuperado a través del diálogo con la empresa, indicó Miguel Barbosa, gobernador.

Lavaderos de Almoloya
(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz / La Resistencia)

Este espacio histórico puede ser visitado junto a los demás lugares que lo acompañan, por ejemplo, el área fundacional conocido como “las chalupas” y el Parque del Cirineo.

Aunque en la conferencia de prensa no se mencionó si visitar este pasaje histórico tendría un costo, anteriormente su precio era de 20 pesos.

Lavaderos de Almoloya: Lugar histórico poblano

Los lavaderos de Almoloya datan de 1704, este era un espacio donde se lavaba la ropa durante el siglo XIX.

Lavaderos de Almoloya
(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz / La Resistencia)

Estos lavaderos públicos fueron construidos debajo de un manantial que se encontraba aproximadamente a 70 metros del Río de San Francisco, es por ello, que solamente se usaban para lavar la ropa, labor que realizaban las “lavanderas”.

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Debido a la cercanía del río con el manantial, a los lavaderos se les dio el nombre de Almoloya, esto porque en azteca significa “el agua que brota”.

Lavaderos de Almoloya
(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz / La Resistencia)

En 1863, el Ayuntamiento mandó a que se destruyeran los lavaderos que empezaban a caerse por el declive que había en la zona.

Lavaderos de Almoloya
(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz / La Resistencia)

Tiempo después, se construyeron los nuevos; sin embargo, prohibieron a las lavanderas realizar sus actividades de lavado en los viejos lavaderos.

En su momento, fueron de gran modernidad pues permitía el flujo de agua a 20 lavaderos por medio de una pileta principal.

Lavaderos de Almoloya
(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz / La Resistencia)

En estos se lavaba la ropa de ricos y pobres y el lugar se convirtió en un punto de interacción social para las lavanderas, de aquí vienen frases como “ahí en el lavadero” o “lo oyó en el lavadero”.

 


POB/AHC