La cartonería es una parte importante en la celebración del Día de Muertos, cuya máxima representación se observa en las calaveras y catrinas.
En entrevista con Poblanerías.com, Luis Reyes, artista y maestro en cartonería, consideró que las catrinas y las calaveras representan el culto a la muerte y es una forma de celebrar el retorno de los muertos a través de la alegría y picardía.

Sin dejar de lado el otro significado de la catrina: que nació como una crítica, social tal como la concibió José Guadalupe Posada.
La Catrina, cuyo nombre original es “Calavera Garbancera”, hace referencia a la gente que vendía garbanza; aquella que teniendo sangre indígena pretendía ser europea (españoles o franceses) y renegaban de su propia raza, herencia y cultura.
“Las catrinas representan muchísimo para los mexicanos, desde los tiempos ancestrales que se rendía el culto a la muerte. Está adaptado al tiempo, desde que José Guadalupe Posadas le dio vida a través de sus grabados”.
La figura fue retomada por Diego Rivera para el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. En la obra, se le da el atuendo característico, vestida con plumas y atuendos lujosos.

Precisamente, Luis Reyes considera que las catrinas de cartonería que suelen colocarse en los altares de Día de Muertos deben “reflejar la opulencia en la vestimenta y dar una apariencia de finas y elegantes, pero con una expresión alegre”.
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No solo las catrinas se han vuelto parte del arte popular y una artesanía que simboliza el mestizaje. Las calaveras de cartonería son otra representación de la imagen mexicana sobre la muerte.
Para Luis Reyes, a diferencia de las catrinas, las calaveras permiten una expresión de la vida cotidiana y puede adaptarse a todo tipo de personajes, incluso, aquellos que continúan con vida.
“La otra parte se ha diversificado a las calaveras, porque permiten una expresión cotidiana, que permiten expresar pasajes de la vida diaria, de una tradición. Te puedes encontrar calaveras de un personaje que aún está vivo”.
Lo básico para la cartonería es el papel craft o estraza, así como el engrudo el cual es diferente al que se conoce para hacer las piñatas, ya que es una fórmula especial con ingredientes extras, así como moldes que pueden ser de madera, carrizo resina o barro o de mismo cartón.
“Lo bello de la cartonería es darle alegría a las piezas. Un alebrije te puede emocionar con sus colores, una catrina con la expresión del cuerpo. Aunque sea cartón y papel, se puede expresar algo”
Luis Reyes platica que para con la obra, su técnica se basa en la plástica e imaginación. En el proceso no diseña un boceto, sino que va generando desde los primeros pasos.


La práctica y paciencia son parte fundamental, pues hay piezas que pueden tardar un mes o más. Dependiendo de la experiencia, tamaño y forma que se desee realizar.
Por ejemplo, el artista que tiene siete años dedicándose al arte popular, ha realizado figuras desde los ocho centímetros hasta los tres metros de altura.
Sus obras se han expuesto en lugares como el Fuerte de Guadalupe, en el Museo Casa del Mendrugo y algunos han sido préstamo para exposiciones temporales en la BUAP y otros municipios.
Cartonería: un arte que debe ser apreciado
Para el artista, luna parte fundamental que debe acompañar a sus creaciones es que las personas puedan dar un valor a la obra y que no desprecien el tiempo que dedicó para hacerlo.
“Quizá ahora, los tiempos no te permiten que esté todo al alcance de la mano, pero a veces la expresión es ¿por qué tan caro?, o ¿por qué tanto? o ¿de qué material está hecho?”.
Opinó que la mayoría de las actividades artesanales no reciben el valor desde el hecho de verla concebida e invitó a que, cuando se observe alguna artesanía, se piense en el tiempo que le llevó a su creador aprender a hacerlo.


Destacó que cursos que se ofrecen en Casa de la Cultura o los de Casa del Mendrugo, pueden ayudar a que la técnica de la cartonería se preserve ya que son pocos los maestros que se dedican a hacerlo.
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POB/LFJ