“Pareciera que el feminismo está de moda”, opina Marisol Calva, feminista y especialista en políticas públicas y género, al hablar sobre este movimiento social y político que agrupa la lucha por los derechos de las mujeres.
En entrevista con Poblanerias.com Marisol Calva explica que el feminismo busca la igualdad de género en todos los ámbitos, incluyendo la educación, el empleo, la política, la cultura y la vida personal. También busca eliminar la violencia y la opresión que afecta a las mujeres en todo el mundo.
El feminismo es un movimiento social y político que busca la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, así como la eliminación de la discriminación de género en todas sus formas.
Es decir, no busca establecer una supremacía de las mujeres sobre los hombres, sino lograr la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, independientemente de su género.
Para Marisol, actualmente, el feminismo vive una cuarta ola: la de masas, que está basada en el despertar de la consciencia sobre la lucha de las mujeres.
En la teoría feminista se han identificado tres olas del feminismo, cada una de ellas con sus propias características y objetivos específicos:
1. Primera ola del feminismo: se centró en la obtención de derechos políticos y civiles para las mujeres, como el derecho al voto, el acceso a la educación y el empleo remunerado.
2. Segunda ola del feminismo: se centró en la lucha por la igualdad de derechos en todas las esferas de la vida, incluyendo el acceso a la educación, el empleo y la igualdad salarial. También se abordaron temas como el control sobre el cuerpo de las mujeres y la violencia de género.
3. Tercera ola del feminismo: se desarrolló a partir de la década de 1990 y se centró en cuestiones como la diversidad cultural, la interseccionalidad y el papel de la tecnología en la lucha feminista. Se ha caracterizado por una mayor inclusión y representación de mujeres de diferentes razas, culturas y orientaciones sexuales.
Marisol Calva considera que existe una estigmatización al feminismo que florece cuando existen expresiones de protesta social como la iconoclasia, que se refiere a la pinta e intervención de inmuebles con el objetivo de fijar un mensaje.
“Cuando se habla de feministas, sí ha habido una campaña muy importante generada por el sistema patriarcal por las reacciones machistas y misóginas de decir las feministas son violentas, las feminazis, las vandalistas, no proponen nada son unas locas histéricas”, opinó.
Llamar a las feministas con esos apodos, considera, es un discurso de odio que debe erradicarse y darse cuenta que, lo que lleva a las mujeres a tomar las calles y marchar es el alto nivel de violencia y la falta de igualdad que se vive.
Los hombres frente al feminismo
Citando a la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, Marisol Calva señala que todos deberíamos ser feministas, pues la lucha no es exclusiva de las mujeres y destaca la importancia de involucrar a los hombres en la lucha por la igualdad de género.
“Estamos manifestándonos contra una violencia feminicida y violencia que ejercen hombres, si los hombres no asumen la consciencia de la parte de la resolución que les toca de este problema, vamos a permanecer las mujeres nadando contra corriente porque a medida que nosotras avanzamos hay una resistencia”, dice.
Refiere que a menudo, el feminismo es malinterpretado como un movimiento anti-hombres, cuando en realidad se trata de un movimiento que busca la igualdad de derechos y oportunidades para todos, independientemente del género.

“No es que queramos nosotras tener el poder y entonces ahora nosotras hacerles lo que ellos nos hicieron. Las feministas no buscamos revancha, buscamos reivindicación”.
Según Chimamanda Ngozi Adichie, el feminismo no es solo un problema de las mujeres, sino que también es importante para los hombres y para la sociedad en general pues la discriminación y la desigualdad de género afectan a todos, y que la lucha por la igualdad de género es necesaria para construir una sociedad más justa y equitativa.
Bajo ese contexto, Marisol Calva considera que el papel de los hombres es trabajar en las nuevas masculinidades y tanto hombres como mujeres, comenzar un proceso de deconstrucción.
“Los hombres no pueden ser echados a un lado y decir esta es nuestra lucha quítense y váyanse, porque necesitamos que asuman su papel”, comenta. Que tanto hombres como mujeres puedan reconocerse como aliados en la lucha por la igualdad de género.
¿Porqué marchamos el 8M y el 25N?
“Muchas de las emociones que llevan a marchar un 8 de marzo o un 25 de noviembre es la digna rabia, este coraje, frustración e impotencia”, señala.
La “digna rabia” es un término utilizado en el contexto de las protestas feministas para describir la ira y la frustración que sienten las mujeres y otras personas marginadas debido a la opresión de género y la falta de progreso en la lucha por la igualdad de género.

Las pintas feministas en monumentos durante las marchas han generado controversia. Algunos medios y voces las han tildado de violentas, vandálicas, desestabilizadoras o incluso las han acusado de ser infiltradas.
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Sin embargo –comenta– estas posturas ignoran la historia de las luchas feministas en México y las diversas frustraciones acumuladas por las mujeres que han optado por las calles como un medio para expresar su hartazgo y visibilizar la creciente violencia en su contra.
No obstante, para Marisol, la llegada de mujeres jóvenes a las marchas y que se suman sin vivir una “digna rabia” habla de un cambio de consciencia y de empatizar aún sin haber vivido violencia. “No se necesita vivir violencia para ser feminista”, concluye.
Entrevista: Lizeth Flores Jácome
Producción: Juan Carlos Sánchez Díaz
Asistencia de producción: Karen Mojica y Alejandra Fuentes
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