En San Pedro Benito Juárez, Puebla, la vida continúa con normalidad, a pesar de la actividad del volcán Popocatépetl, la cual no genera alerta ni alarma en los residentes ante una posible evacuación por ceniza.
Aunque hay pocas personas en las calles, aquellos que se encuentran afuera barriendo la ceniza, no experimentan una sensación de peligro o emergencia.
Definitivamente, no se vive ese tipo de situación en esta localidad, que se encuentra dentro de un radio de 12 kilómetros de proximidad al volcán y que está dentro del radio de evacuación por ceniza.
Desde el pasado domingo 21 de mayo, las autoridades les han informado sobre una posible evacuación debido a la constante caída de ceniza por parte del volcán, conocido como don Goyo. Sin embargo, no se les ha comunicado cuándo o incluso si serán evacuados.
Dentro de la presidencia auxiliar, se puede observar un mapa del pueblo que muestra los ríos, caminos e incluso las casas de las personas con discapacidad. El problema radica en que el mapa está actualizado hasta la administración de Antonio Galli Fayad, ex gobernador de Puebla.
Acostumbrados a la atención por el volcán
Los habitantes están acostumbrados a la atención que se presta debido a la actividad volcánica. El lunes 22 de mayo –por la mañana– el ejército y otras autoridades estatales llegaron al lugar. Los residentes afirman que Protección Civil siempre ha estado pendiente.
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Sin embargo, ellos ya están familiarizados con la actividad del volcán, ya que la ceniza cae de forma regular, no solo en diciembre o en una época en particular. Las pequeñas y constantes fumarolas del volcán, que nunca han pasado más de 15 días sin manifestarse, son una buena señal para los habitantes de San Pedro Benito Juárez.
En una entrevista para Poblanerías.com, la señora Lucy, propietaria de una tienda de abarrotes cerca de la presidencia auxiliar, comenta que estas pequeñas exhalaciones les brindan tranquilidad, ya que evitan la formación de nuevos domos volcánicos y la acumulación excesiva de energía, que a largo plazo podría generar una explosión de gran magnitud.
De hecho, a pesar de que las autoridades les han comentado la posibilidad de una evacuación por ceniza ellos no tienen intención de irse. Solo se moverán cuando vean que la explosión y la actividad de lava son muy fuertes y constantes.
La experiencia les ha enseñado a los habitantes de San Pedro Benito Juárez, porque desde 1994 ha habido varios intentos de evacuación por ceniza en este pueblo, así como en San Andrés Xalitzintla. Sin embargo, se han enfrentado a robos de sus pertenencias y saqueos.
El pueblo está tranquilo ante evacuación por ceniza
El pueblo se encuentra en calma. Hay poca actividad en las calles de San Pedro Benito Juárez, con solo algunas personas caminando, otras barriendo y algunas más trasladándose en vehículos.
Sin embargo, el pueblo suele estar solitario debido a la temporada de siembra, que generalmente comienza en abril y termina en julio. Durante este periodo, la mayoría de los habitantes se dedican a sembrar maíz, calabaza, frijol y haba.
Después, de septiembre a diciembre, es la temporada de cosecha. Todo dependerá del mes en que empezaron las lluvias.
Además, aunque solía ser común que varias personas emigraran a Estados Unidos al alcanzar la mayoría de edad, este ya no es el caso. Ahora, solo se desplazan a la capital o a Atlixco para estudiar, y regresan periódicamente.
¿Y qué se oye?
En cuanto a la situación actual, la policía local comenta que el pueblo es tranquilo. En realidad, son los pueblos más cercanos a Atlixco los que reciben más llamadas de servicio por problemas ocasionados por personas que consumen alcohol y se vuelven violentas.
Es decir, las emergencias relacionadas con el volcán son mínimas. Sin embargo, por las noches se pueden escuchar los estruendos, similares al despegue de un avión, y en ocasiones el suelo tiembla.
San Pedro Benito Juárez se encuentra a menos de 12 kilómetros del cráter del volcán, pero no cuenta con caminos habilitados para que los vehículos puedan subir. Solo es posible acceder caminando o a caballo.
Poblanerías.com llegó hasta ese punto crítico, donde encontramos a campesinos trabajando en sus tierras.
No están de acuerdo con la afirmación de que la ceniza sea beneficiosa para el cultivo. Alegan que solo la ceniza proveniente de la quema de leña les resulta útil, ya que se descompone.
Comentan que, la ceniza generada por el volcán contiene químicos y, al entrar en contacto con el agua, se convierte en lodo, lo cual afecta el crecimiento de sus cultivos.
Por el contrario, los miembros de Protección Civil que se encuentran en el lugar afirman que la ceniza es beneficiosa para el cultivo en varias áreas, ya que enriquece el suelo. Mencionan que solo puede afectar a las vías respiratorias, pero que la caída de ceniza es beneficiosa para el cultivo.
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POB/LFJ