La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha informado que, tras un monitoreo realizado el 24 de mayo, cuatro de las cinco presas de Puebla están por debajo del 50% de su capacidad. Este análisis es parte del reporte del Sistema Nacional de Información del Agua de las Principales Presas de México.

Presas de Puebla en situación de sequía

Las presas identificadas con bajos niveles de agua son la de Valsequillo, situada en el municipio de Puebla, con un 39% de su capacidad, y Tenango, en Huauchinango, al 25%.

Este estado de bajo almacenamiento contrasta con las otras tres presas monitoreadas, donde se destaca la presa de Necaxa en Juan Galindo, que cuenta con el 54% de su capacidad.

En detalle, las capacidades de las presas monitoreadas son:

  • Nexapa, en Tlaola, al 46% de su capacidad
  • Necaxa, entre Huauchinango y Juan Galindo, al 54% de su capacidad
  • Manuel Ávila Camacho, en Valsequillo, Puebla, al 39% de su capacidad
  • Tenango, en Huauchinango, al 25% de su capacidad.
  • La Soledad, en Tlatlauquitepec, al 44% de su capacidad.

La presa “Manuel Ávila Camacho”, ubicada en Valsequillo muestra un nivel bajo de agua del 39% de su capacidad total, la cual registro un porcentaje de disminución del 73%, en comparación con el mes de mayo del presente año.

Dicha sequía se debe a las intensas temperaturas y la falta de lluvias, lo que ha provocado que las 5 presas de agua en el estado de Puebla se vean afectadas.


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El almacenamiento total de las presas de Puebla, es de 384.588 hm³, sin embargo al corte del 24 de mayo, la cantidad de agua en las presas es de 152,976 hm³.

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De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, las presas son fundamentales en la gestión de los recursos hídricos en el país, cumpliendo con diversas funciones críticas para el desarrollo sostenible y la seguridad de las poblaciones.

Entre estas funciones se encuentra el almacenamiento de agua, permitiendo la recolección y conservación del recurso durante periodos de abundancia para su uso en tiempos de escasez, lo cual es esencial para el consumo humano, industrial y agrícola.

Otra función primordial de las presas es el control de inundaciones, regulando el flujo de agua y previniendo daños en zonas pobladas e infraestructura.

Presas de Puebla
Presa de Valsequillo (Foto: Es Imagen/Archivo)

Además, muchas presas están diseñadas para la generación de energía eléctrica a través del aprovechamiento del flujo de agua, contribuyendo así a la producción de energía renovable y a la reducción de la dependencia de combustibles fósiles.

El agua almacenada se utiliza también para la irrigación de cultivos, mejorando la productividad agrícola y garantizando la seguridad alimentaria, especialmente en regiones áridas y semiáridas.

Por otro lado, las presas y los embalses impulsan el desarrollo socioeconómico de las regiones donde se ubican, creando empleo, fomentando el turismo y la recreación, y apoyando la pesca y otras actividades económicas locales.

 

Presas de Puebla
(Foto: Es Imagen)

Además, el agua de las presas es una fuente importante para el suministro de agua potable a las ciudades y comunidades. Después de su tratamiento, se distribuye para satisfacer las necesidades domésticas y de saneamiento.

En algunos casos, los embalses pueden contribuir a la conservación de la biodiversidad, proporcionando hábitats para diversas especies de flora y fauna, aunque es crucial gestionar estos entornos adecuadamente para minimizar impactos ambientales negativos.

 


POB/LFJ