Como parte de su sección “Cero Impunidad y Jueces que favorecen a presuntos delincuentes”, el gobierno federal exhibió en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, a las dos juezas que modificaron las medidas cautelares del exmandatario Mario Marín Torres, acusado de ordenar la tortura de la periodista Lydia Cacho.
De acuerdo con lo señalado por Luis Rodríguez Bucio, subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la jueza tercera de Distrito del estado de Quintana Roo, Elsa Patricia Espinoza Salas, otorgó un amparo al político del PRI.
Este amparo dejó sin efecto la resolución de otra jueza que había dictado prisión preventiva a Marín Torres, detenido en febrero de 2021 en el estado de Guerrero.
Según el argumento de la jueza Espinoza Salas, la petición de modificar o sustituir la prisión preventiva impuesta al exgobernador se basa en que ya transcurrió el plazo constitucional de dos años, un criterio sustentado en una resolución de la Corte Interamericana.

Con base en el amparo 865/2023, Espinoza Salas ordenó a la jueza segundo de Distrito, Angélica del Carmen Ortuño Suárez, celebrar una nueva audiencia y, con libertad de jurisdicción, dictar una nueva resolución debidamente fundada y motivada, que pudo ser en el mismo o en diverso sentido.
Además, la instruyó para que, en caso de que no se justificara la prisión preventiva, impusiera otra u otras medidas cautelares.
Como resultado, la jueza segundo de Distrito ordenó la inmediata libertad del exgobernador de Puebla, acción que fue ejecutada el pasado sábado 10 de agosto.
A cambio de no continuar su proceso penal en prisión, se le dictaminó la portación de un brazalete electrónico, así como su resguardo domiciliario en la Ciudad de Puebla.
Otras medidas cautelares impuestas al exmandatario incluyeron una garantía económica de 100 mil pesos y la prohibición de salir del país.
Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, culpó a la corrupción en el Poder Judicial por la liberación del exgobernador poblano, señalando que su nuevo estatus se resolvió un sábado.
Posteriormente, comunicó que Marín Torres ya se encontraba en Puebla, resguardado por elementos de la Guardia Nacional.
En agosto de 2004, hace dos décadas, la periodista Lydia Cacho publicó el libro “Los demonios del Edén”, en el que expuso una red de explotación infantil dirigida por el empresario Kamel Nacif, amigo de Marín Torres.

Las acusaciones contra el exmandatario poblano se intensificaron tras la publicación de una llamada telefónica en la que se escucha al priista prometiendo amedrentar a Cacho por su libro.
A pesar de las amenazas en su contra, la periodista no claudicó en su exigencia de justicia y continuó su denuncia, aunque en 2012 tuvo que salir del país por seguridad personal.
Tras el cambio de medidas cautelares a su agresor, Cacho responsabilizó a Marín Torres de cualquier daño que pudiera sufrir.
La última publicación de Lydia Cacho sobre el tema fue el pasado 12 de agosto, en la que subrayó que su libro sigue causando ruido y temor en el círculo del priista:
En agosto de 2004, mi editor Ariel Rosales me llamó para proponerme el nombre de mi libro; el manuscrito estaba terminado. Yo siempre estuve segura del subtítulo que quería. Mi libro cumple 20 años, sigue tan vigente como el primer día en que los hizo temblar, intentar matarme, correr a esconderse y comprar jueces, manifestó.
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POB/LFJ