Ha sido recurrente. Ya sea un colega o dos o más, pero en muchas conversaciones que he tenido con periodistas he escuchado la misma idea que se puede reducir a una frase muy mexicana que dice: “Ya estoy curado de espanto”.
Lo dicen y lo repiten a veces de manera insistente como para tratar de reafirmar que ya no se impresionan cuando ven cadáveres o cuando conviven con víctimas de la violencia o cuando entrevistan a personas sobrevivientes de un evento catastrófico. Generalmente son verdades a medias.
Puede ser que haya periodistas que poco se impresionen en ver ciertas escenas, sin embargo vamos acumulando emociones que mal trabajadas, tarde o temprano reventarán y lo peor es que terminaremos descargando todo eso con las personas menos indicadas; es decir, la familia.
Tuve oportunidad de tomar un curso para corresponsables de guerra impartido por personal de las Naciones Unidas, la primera sesión era sobre manejo de las emociones y estrés post traumático, porque somos personas comunes y corrientes que podremos acostumbrarnos a documentar los horrores, pero no significa que tengamos la capacidad, herramientas y el acompañamiento necesario para procesar todas las emociones.
Y si a esto le sumamos el impacto que tienen las largas jornadas de trabajo, la falta de descanso, la mala alimentación, el estrés mal manejado, las pésimas condiciones laborales, la falta de apoyo por parte del medio donde trabajamos, el burnout siempre presente, entonces nos daremos cuenta que decir que “estamos curados de espanto” termina siendo una justificación para no reconocer que no hemos atendido nuestra salud mental y eso tiene consecuencias.
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Es un tema del que no queremos hablar con nuestras familias y menos con nuestros pares y superiores, sin entender que es necesario.
Y para eso se realizará del 8 al 10 de octubre la primera “Cumbre de salud mental en el periodismo”, un evento global convocado por la organización The Self Investigation, una iniciativa que nació en España y en poco tiempo se ha ido ampliando a otras latitudes y que ya tiene presencia importante en América Latina.
The Self Investigation surgió precisamente del interés de periodistas muy experimentadas que se dieron cuenta que su trabajo las alejaba de sus familias y de tener tiempo para sí mismas.
Este evento global convocará a periodistas de todo el mundo para que en colectividad podamos dialogar sobre la urgente necesidad de voltear a ver nuestra salud mental y emocional, que encontremos el equilibrio entre nuestra actividad y nuestra vida privada y que podamos tener espacios de reflexión para deshacernos de lo que nos aleja de un estado de bienestar y nos mantiene en tensión emocional permanente.
Este evento será gratuito y a quien le interese podrá sumarse a través de este enlace: https://theselfinvestigation.com/es/cumbre/
Pueden contactarme en Twitter, a través de:
Andrés Solís A. es periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de Buenas Prácticas para la Cobertura Informativa sobre Violencia”.
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POB/KPM