En 2021, durante los últimos meses del gobierno de Claudia Rivera Vivanco, el Ayuntamiento de Puebla colocó una serie de biciestacionamientos en diversos mercados y parques de la ciudad.
En ese entonces, el proyecto fue justificado como parte de una iniciativa para promover la movilidad sustentable, con el objetivo de que las bicicletas se convirtieran en un medio de transporte más utilizado en la capital poblana.
Biciestacionamientos: de la solución al declive
Las estructuras de estos biciestacionamientos tenían un diseño en forma de “U” invertida y estaban acompañadas de techos metálicos, que protegían tanto a las bicicletas como a las personas usuarias.
Además, contaban con kits de herramientas y válvulas para inflar llantas, lo que añadía funcionalidad y servicio a quienes los utilizaran.
Sin embargo, el proyecto tuvo una corta vida. Meses después de su instalación, las redes sociales comenzaron a mostrar imágenes del deterioro de estos espacios.
Las herramientas fueron robadas y muchos de los biciestacionamientos fueron vandalizados. Incluso, cinco meses después de su instalación, un conductor chocó su vehículo contra el biciestacionamiento ubicado en la 43 oriente, lo que causó el colapso de la estructura.
Millonario proyecto de biciestacionamientos en Puebla, hoy sin uso
Hoy, a tres años de haberse colocado, Poblanerías.com realizó un recorrido por diversos puntos de la ciudad, como Huexotitla, Analco, San Manuel y El Carmen, para documentar el estado actual de los biciestacionamientos.
Todos los biciestacionamientos tienen algo en común: están abandonados y vandalizados. En algunos casos, solo queda la estructura metálica que alguna vez sirvió como protección. En otros, las bases en forma de “U” invertida, que debían sostener las bicicletas, han desaparecido por completo.
De hecho, en el biciestacionamiento de Río Suchiate, en San Manuel, los vecinos han solicitado al Ayuntamiento que retire la estructura, considerándola un estorbo, ya que ya no cumple su propósito inicial.
Este proyecto, que tuvo un costo de 7.8 millones de pesos, refleja el abandono y la falta de mantenimiento de una iniciativa que prometía mejorar la movilidad en Puebla.
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POB/LFJ