Cada año, el cempasúchil en Atlixco Puebla, se convierte en un referente nacional para la producción a nivel nacional e internacional.

Desde finales de julio, viveros como el de Florisandre, dirigido por Rubén Castillo Aguilar, inician el proceso de siembra de esta flor tan emblemática para el Día de Muertos en México.

AUTORES:
Juan Carlos Sánchez y Joel Merino

Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)
Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)
Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)

Su cuidadoso ciclo de cultivo permite una cosecha en el momento óptimo: a mediados de octubre, para que las flores estén en plena floración y listas para su comercialización en noviembre.

El cultivo de cempasúchil en Atlixco Puebla, es un proceso demandante que requiere regado, fertilización y fumigación constante, principalmente para evitar la presencia de plagas como la cenicilla.

Estos factores no solo aseguran la calidad de la flor, sino que también posicionan a Atlixco como un lugar ideal para la producción de cempasúchil de alta calidad, generando interés en compradores de diferentes estados y hasta otros países.


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La economía detrás del cempasúchil en Día de Muertos

Durante la temporada alta, el cempasúchil en Atlixco representa una fuente económica importante para los agricultores de la región.

Las flores se venden al mayoreo por millar y por peso, lo cual permite flexibilidad para revendedores y consumidores finales.

El precio varía según la demanda y la calidad del producto, factores que influyen en la decisión de compra de comerciantes y consumidores.

Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)
Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)
Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)
Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)

El vivero de Castillo, con una tradición de más de una década en la producción de flores, también diversifica su oferta al producir rosas fuera de la temporada de cempasúchil, lo que le permite mantener su negocio activo durante todo el año.

Sin embargo, en Día de Muertos, la producción se centra exclusivamente en el cempasúchil, asegurando que cada planta esté en su máximo esplendor y que los botones abran en el momento preciso para los altares.

Retos de la producción de cempasúchil en Atlixco y su impacto en el mercado

Uno de los mayores desafíos en la producción de cempasúchil en Atlixco es la incidencia de plagas como la cenicilla, una afección que daña la planta al cubrirla con un moho gris, y que, si no se controla, puede afectar su calidad.

Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)
Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)

Para contrarrestarlo, los agricultores deben realizar labores diarias de fumigación y aplicar riego constante con agua limpia, una tarea que demanda tiempo y recursos adicionales.

Este trabajo garantiza que las flores lleguen en óptimas condiciones al mercado, donde se venden para diversas finalidades, desde altares hasta decoraciones.

A pesar de los retos climáticos y de cultivo, los productores en Atlixco, como el vivero de Florisandre, han logrado mantener una oferta competitiva y con una excelente reputación en el mercado.

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En particular, compradores de cempasúchil en Atlixco provenientes de estados como Oaxaca y Guerrero acuden a esta región por la calidad y el tamaño de las flores, y en algunos casos, estas flores incluso llegan a ser exportadas, lo que incrementa su valor en el mercado.

La producción de cempasúchil en Atlixco no solo es una actividad cultural, sino que también es una fuente económica clave para los productores locales.

Cada año, estos agricultores enfrentan desafíos y dedican grandes esfuerzos para que sus flores sean el centro de los altares de Día de Muertos en todo el país.

Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)

La evolución del cempasúchil: una flor hecha de muchas flores

En Atlixco, el cultivo de cempasúchil sigue un proceso que revela el singular carácter de esta flor, que para muchos esconde un secreto en su estructura.

Aunque solemos referirnos a ella como una sola flor, en realidad el cempasúchil es un conjunto de pequeñas flores o botones que se agrupan en una cabeza compacta, creando lo que conocemos como “la flor” de cempasúchil.

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Estos botones comienzan cerrados y, conforme se acercan las fechas de Día de Muertos, se van abriendo y expandiendo sus pétalos de vibrante color naranja.

Esta metamorfosis permite que, justo en la época de ofrendas, el cempasúchil esté en su máxima expresión, listo para cumplir su papel en los altares y mantener viva la tradición mexicana.

Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)
Flor de cempasúchil en plena floración en el vivero Florisandre, Atlixco.
(Foto: La Resistencia)

 

 


POB/JCSD