Con la finalidad de incidir en las políticas culturales y artísticas de la administración estatal entrante, trabajadoras y trabajadores de la Cultura poblana celebraron sus primeras dos mesas de trabajo en el Centro Histórico.
Dichas mesas tuvieron lugar en la segunda Sala de Seminarios de la Casa del Libro de la BUAP, “Gilberto Bosques Saldívar”, ubicada en la calle 6 Oriente 203.
Es producto de la preocupación de un grupo de agentes culturales (entre investigadores, exfuncionarios públicos y creadores) que desean cambiar la relación entre las instituciones y los hacedores de arte en Puebla.
Con base en el programa que las y los participantes definieron días atrás, la primera mesa se enfocó en patrimonio cultural tangible e intangible, así como en patrimonio biocultural. Mientras que la segunda se centró en Artesanías y cultura popular.
El exsecretario de Cultura, Julio Glockner Rossainz, se desempeñó como el moderador principal, aunque a lo largo de las mesas hizo apuntes personales sobre distintas situaciones.
En ese sentido, mencionó que las instituciones suelen excluir a los artistas no comerciales de sus planes de trabajo, eventos o presentaciones, en especial, si tienen habilidades sobresalientes. Citó como ejemplo de esto último a un creativo totonaco.
“Ese ambiente viciado que hay, en donde predomina la mediocridad, que cualquiera que sobresale le dicen vámonos para afuera”, declaró.
Por otra parte, advirtió que la actual Ley estatal de Cultura concibe las artes y las creaciones artísticas “de una manera incompleta”, pues las personas que redactaron dicha legislación tienen una visión parcial del tema.
“La dejaron sin sustento material en el cual asentarse, es decir, esta definición no tiene pies, ni tiene suelo, sobre el cual caminar”, expuso.
Algunos participantes aprovecharon las mesas de trabajo de este miércoles para dar a conocer las problemáticas que ocurren en sus comunidades.
Es el caso de habitantes de San Pedro Cuaco, Atlixco, quienes denunciaron el secuestro de su parroquia por parte del sacerdote que administra dicho inmueble religioso.
Exhortaron a las autoridades correspondientes a liberar el templo durante las festividades alusivas al Día de Muertos.
Otros participantes compartieron algunas peticiones o propuestas, entre las que destaca la creación de una comisión o un observatorio especializado en el cuidado del patrimonio tangible e intangible.
Lo anterior con el propósito de evitar episodios del morenovallismo como el intento de construir una base del teleférico en la Casa del Torno.
Asimismo, Glockner Rossainz reveló una propuesta hecha por la historia Lidia Gómez acerca de usar el Centro Cultural San Roque para albergar las vestimentas y creaciones de las comunidades originarias.
Por su parte, María Graciela León Matamoros, extitular de la Gerencia del Centro Histórico en la gestión de Claudia Rivera Vivanco, hizo hincapié en revisar los espacios que pertenecen a instancias federales, los cuales están vacíos y pueden expropiarse para fines culturales.
“Pero debemos de estar conscientes de cómo se llenan esos espacios. De nada sirve conservar si los congelamos y no los habitamos”, dijo.
En otro orden de ideas, hubo quienes solicitaron rehabilitar la Casa del Escritor que se localizaba en la calle 5 Oriente 201, en el Centro Histórico, la cual fue clausurada por el régimen morenovallista.
Las y los trabajadores de la Cultura que se reunieron este miércoles celebraron que exista la intención de incidir en las próximas políticas públicas estatales, pero pidieron no bajar la guardia “para que no se quede solamente como una discusión al inicio del sexenio”.
Es oportuno agregar que se llevarán a cabo otras cinco mesas de trabajo, de las cuales tres se efectuarán este jueves 24 de octubre y dos el viernes 25 del mismo mes.
Las temáticas a tratar serán Artes visuales y Escénicas; Museos; Bibliotecas y publicaciones; Administración de recursos financieros; y, Espacios culturales autogestivos.
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POB/MMM
