En las últimas décadas, la incidencia de diabetes en niños ha mostrado un incremento. Según datos de la Federación Internacional de Diabetes (FID), en México existen 542 mil niños que viven con diabetes tipo 1, y cerca de 78 mil desarrollan la enfermedad cada año.
Y aunque no se dispone de cifras exactas, se ha observado un aumento en la incidencia de diabetes tipo 1 en la población infantil en los últimos años, de acuerdo con estimaciones de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
¿Qué es la diabetes en niños?
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. En los niños, los tipos más comunes son la diabetes tipo 1 y tipo 2.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico destruye las células beta del páncreas, responsables de producir insulina. La diabetes tipo 2, aunque más frecuente en adultos, ha aumentado en niños debido a factores como la obesidad y el sedentarismo.
Aunque en los niños no se sabe con precisión cuáles son las causas biológicas que pueden provocar la diabetes, existen diversas teorías, entre ellas la exposición temprana a fórmulas lácteas e infecciones por algunos virus, donde las moléculas extrañas ocasionan que las células Beta encontradas en el páncreas se “autodestruyan”, lo que imposibilita la autorregulación de la glucosa, según señala la doctora Ana Lilia Rodríguez Ventura, académica de la UNAM.
Síntomas comunes de la diabetes en niños
La diabetes tipo 1 en niños se origina por una reacción autoinmune donde el sistema inmunológico destruye las células beta del páncreas, que producen insulina.
Aunque la causa exacta es desconocida, factores genéticos y ambientales, como infecciones virales, pueden influir.
La diabetes tipo 2 en niños se relaciona con la obesidad, inactividad física y antecedentes familiares, lo que provoca resistencia a la insulina o una producción insuficiente. Ambos tipos requieren atención médica y manejo adecuado.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 en niños son similares en muchos aspectos, pero existen diferencias clave en su aparición y desarrollo:
Síntomas comunes en ambos tipos:
- Aumento de la sed.
- Micción frecuente.
- Hambre constante.
- Pérdida de peso inexplicada.
- Fatiga.
- Visión borrosa.
- Heridas que tardan en sanar.
Diferencias:
- Diabetes Tipo 1: Los síntomas suelen aparecer de forma repentina y severa. Puede incluir cetoacidosis diabética, que es una emergencia médica.
- Diabetes Tipo 2: Los síntomas pueden desarrollarse de manera lenta y ser menos evidentes, a menudo relacionados con el sobrepeso o la obesidad.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico destruye las células beta del páncreas, responsables de producir insulina. Generalmente se diagnostica en la infancia o adolescencia y requiere administración diaria de insulina.
En contraste, la diabetes tipo 2 se caracteriza por la resistencia del cuerpo a la insulina o una producción insuficiente de la misma. Es más común en adultos, aunque su incidencia en niños está en aumento debido a la obesidad y el sedentarismo.
A diferencia de la tipo 1, la tipo 2 puede prevenirse y manejarse con cambios en el estilo de vida, como dieta y ejercicio, y en algunos casos con medicamentos.
¿Cómo se diagnostica la diabetes en niños?
El diagnóstico de la diabetes en niños se realiza mediante pruebas de glucosa en sangre. Las pruebas comunes incluyen:
- Glucosa plasmática en ayunas: mide el nivel de glucosa después de un ayuno de al menos ocho horas.
- Prueba de tolerancia a la glucosa oral: mide la glucosa antes y después de consumir una bebida azucarada.
- Hemoglobina A1c: indica el nivel promedio de glucosa en sangre durante los últimos tres meses.
Opciones de tratamiento para la diabetes en niños
El tratamiento de la diabetes en niños varía según el tipo. Por ello, es esencial que los niños con diabetes sean atendidos por un médico especializado, como un endocrinólogo pediátrico, para un manejo adecuado de la enfermedad y la prevención de complicaciones.
- Diabetes tipo 1: requiere la administración diaria de insulina mediante inyecciones o una bomba de insulina.
- Diabetes tipo 2: puede manejarse inicialmente con cambios en la dieta y el ejercicio; en algunos casos, se requieren medicamentos orales o insulina.
El monitoreo regular de los niveles de glucosa en sangre y la educación sobre la enfermedad son componentes esenciales del tratamiento.
Las complicaciones de la diabetes en niños, si no se controla adecuadamente, pueden ser graves y afectar diversos órganos y sistemas. Sin un control adecuado, la diabetes puede llevar a complicaciones como:
- Hipoglucemia: niveles bajos de glucosa en sangre.
- Cetoacidosis diabética: acumulación de ácidos en la sangre.
- Problemas oculares: como retinopatía.
- Enfermedades renales: daño a los riñones.
- Neuropatía: daño a los nervios.
El control estricto de la glucosa y las visitas médicas regulares ayudan a prevenir estas complicaciones.
Prevención y manejo de la diabetes tipo 1 y tipo 2 en niños
La diabetes tipo 1, siendo una enfermedad autoinmune, no se puede prevenir ya que su aparición no está relacionada con factores modificables como el estilo de vida.
Por otro lado, la diabetes tipo 2, aunque más común en adultos, ha visto un aumento en niños debido a la obesidad y el sedentarismo. Esta forma de diabetes sí puede prevenirse en muchos casos adoptando hábitos saludables, como mantener una dieta equilibrada, fomentar la actividad física regular, y controlar el peso corporal.
Algunas recomendaciones son:
- Alimentación saludable
- Actividad física
- Peso saludable y adecuado a la edad
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POB/LFJ