Después de aproximadamente seis horas de audiencia en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, el juez Francisco Salazar Silva tomó la determinación de absolver a Diego N., el ex alumno del Instituto Politécnico Nacional (IPN) acusado de alterar y comercializar con fines sexuales las fotografías de decenas alumnas de ese plantel educativo.
Según familiares de las víctimas, el magistrado argumentó que no había pruebas suficientes para acreditar el ilícito de los dos primeros procesos penales en contra del joven.
No obstante, Diego N. deberá permanecer en prisión preventiva por la medida cautelar que tiene respecto a otras seis denuncias o carpetas de investigación.
Valeria Martínez, defensora de las afectadas, explicó que pese a existir el delito, para el juez no fueron contundentes las pruebas correspondientes.
Incluso, relató la frustración de una de las jóvenes, quien en un momento le dijo al magistrado que era imposible tener grabado en flagrancia a Diego N.
La abogada anunció que las víctimas recurrirán a la apelación, pues es el camino legal que ahora deben de tomar tras la sentencia absolutoria en favor de su presunto agresor. Reiteró que el próximo 9 de diciembre se llevará a cabo la audiencia inicial de otra de las alumnas, que también presentó una denuncia por delitos contra la intimidad.
Por su parte, la activista poblana Olimpia Coral Melo, que a lo largo de un año ha brindado acompañamientoto jurídico y emocional a las estudiantes, condenó la resolución del juez.
Mediante un video compartido en sus redes sociales, lamentó que Francisco Salazar Silva haya decidido no hacer historia por lo que se refiere a una sanción digna contra la violencia digital.
Ese juez tuvo la oportunidad de haberse puesto como el primer juez en el mundo de dar una sentencia ejemplar con el uso de Inteligencia Artificial con la Ley Olimpia y decidió ponerse del lado de los agresores, declaró.
Asimismo, publicó un comunicado en sinergia con las víctimas en donde adelantó que habrá una revolución, por lo que se anticipa distintas movilizaciones feministas.
Opinó que el sistema judicial le falló no solo a las denunciantes, sino a todas las mujeres que han sido violentadas en el ámbito digital.
Esta sentencia absolutoria no es justicia, es complicidad, es la viva representación del pacto patriarcal. Nos paramos aquí, no como víctimas, sino como sobrevivientes de un sistema que protege al agresor y revictimiza a quienes denunciamos, dijo.
Por su parte, las alumnas afectadas expresaron que Diego N. tomó sus fotografías y las usó para explotarlas sexualmente, para lucrar y atentar contra su intimidad.
Hubo quienes pagaron, compartieron y celebraron su violencia. Y ahora, el juez les ha otorgado impunidad.Esto no es solo un fallo, es un mensaje por parte del juez Francisco Salazar Silva, ha gritado al mundo con esta sentencia absolutoria que la violencia digital contra las mujeres no importa, que nuestras vidas y dignidad son un precio aceptable para proteger a los agresores, acotaron.
Agregaron que no van a quedarse de brazos cruzados, a pesar de que han tratado de silenciarlas con agresiones de distinto tipo.
Si algo hemos aprendido es que juntas somos imparables. Ustedes podrán proteger a los violentos, pero nosotras estamos construyendo un movimiento que no podrán detener, sostuvieron.
Tanto Olimpia Coral como las estudiantes reprobaron que la sentencia absolutoria de Diego N. ocurra en el marco de los 16 días activismo por la eliminación de la violencia contra las mujeres.
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POB/LFJ