México cuenta con 34 sitios reconocidos como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Solo cinco de ellos son Centros Históricos: Ciudad de México, Oaxaca, Morelia, Zacatecas y Puebla.

La UNESCO reconoce que Puebla fue fundada ex nihilo (locución latina que significa “de la nada”) en 1531, a los pies del volcán Popocatépetl y en los “límites de los dominios indígenas de Tlaxcala, Cholula y Cuauhtinchan”, en atención a la disposición real de “no tomar posesión de los dominios indígenas”, en el Valle de Cuetlaxcoapan.
El Centro Histórico de Puebla fue inscrito en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO en 1987 debido a su riqueza arquitectónica, su diseño urbano, y su importancia histórica y cultural en el desarrollo de México y América Latina.


En una novedosa y planificada distribución, la traza urbana fue formada por cuadrados rectangulares en orientación noreste-sureste.
Por qué Puebla es Patrimonio Cultural de la Humanidad
La ubicación geográfica, el objetivo de su fundación, la propuesta arquitectónica, la influencia económica y religiosa, la composición social y el nacimiento de una influencia cultural, convirtieron a Puebla en un espacio de relevancia en el transcurso de los siglos posteriores a su fundación.


Desde su nacimiento, en el Siglo XVI, recibió importantes reconocimientos.
El 20 de marzo de 1532 la Reina Isabel I de Portugal (esposa de Carlos I) –en Medina del Campo– firmó la Cédula en la que reconoce a Puebla como ciudad y se le da el título y los derechos de: “Ciudad de los Ángeles”, siendo el primer reconocimiento que recibió Puebla.


En 1538 le es concedido su escudo. En julio de 1558 la Casa Real española le dio el título de Noble y Leal Ciudad.
Este no fue el único; en febrero de 1561 se le cambia el título a: Muy Noble y Leal Ciudad de Puebla.
Arquitectura de Puebla
El patrimonio arquitectónico se fue definiendo con el paso de los siglos y fue la fusión de estilos europeo e indígena.
Además de la novedad de los materiales que en la región se encontraron como mármol, alabastro, cerámica y ladrillo; influenciados por una vocación extraordinaria para la decoración en las puertas y dinteles de las iglesias, capillas y cúpulas.


Azulejos y talavera fueron otros componentes del barroco poblano que se expresó fundamentalmente en la construcción, lo que matizó el estilo poblano que ha merecido el reconocimiento mundial.
De acuerdo a los registros que respaldaron la decisión de la UNESCO, se cuentan 2,619 monumentos históricos, entre los que destacan la Catedral con un estilo neoclásico, y la expresión más fiel del barroco poblano: la Capilla del Rosario.
En las 391 manzanas que integran el centro histórico de Puebla, se encuentran edificios de los siglos XVI, XVII y XVIII, además de que un 57% de edificios reconocidos como patrimonio se construyeron en el Siglo XIX.


El estilo poblano se enriqueció debido a que las construcciones destinadas a servicio público, educación, religión y viviendas privadas se integraron a una concepción que formaron el llamado barroco poblano.
Catedral, Capilla del Rosario, Palacio del Arzobispado, Biblioteca Palafoxiana, Colegio del Espíritu Santo, la Iglesia de Santo Domingo, la Iglesia de San Francisco y el hecho de que muchas casas “estén revestidas con azulejos de colores”, reconoce la UNESCO, son las construcciones que orientaron el reconocimiento de Puebla Patrimonio Cultural de la Humanidad el 11 de diciembre de 1987.

Vale la pena resaltar algunos de los criterios que sirvieron a la UNESCO para su reconocimiento:
La posición estratégica de Puebla en un corredor (…) que permitió (…) la exportación de su estilo regional de la arquitectura barroca, una fusión de estilos europeos e indígenas, partir del siglo XVI.
La traza original de la Ciudad que fue un: “plan urbano cuadrícula (y) rectangular original, basado en el diseño del Renacimiento, (y que) sigue siendo parcialmente visible”, lo que le da “autenticidad”.

Un criterio más fue que: “Los sistemas de construcción y manejo de materiales ilustran los estilos arquitectónicos a través del tiempo, los acontecimientos históricos y la evolución de la ciudad.
Todos estos atributos del centro histórico de Puebla, de proporcionar los elementos necesarios para conservar su ‘espíritu del lugar’ (y) salvaguardar su autenticidad cultural,” fueron tomados en cuenta para otorgarle a Puebla la calificación de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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POB/LFJ