En la era digital, las redes WiFi públicas se han convertido en una herramienta indispensable para millones de personas. Desde cafeterías hasta aeropuertos, estas conexiones ofrecen accesibilidad y conveniencia, permitiendo a los usuarios mantenerse conectados en cualquier momento y lugar, sin embargo en muchas ocasiones, conectarse a este tipo de redes no siempre es seguro.
¿Cómo operan los ciberdelincuentes en redes wifi públicas?
El principal problema radica en la falta de seguridad que caracteriza a la mayoría de estas redes. Sin las protecciones adecuadas, las conexiones WiFi públicas se convierten en un punto de acceso para ciberdelincuentes, quienes aprovechan las vulnerabilidades para interceptar información personal y financiera.
Los ciberdelincuentes emplean diversas técnicas para aprovechar la debilidad de las redes públicas y acceder a los datos de los usuarios. Una de las más comunes es el ataque man-in-the-middle (MITM), que consiste en interceptar las comunicaciones entre el dispositivo de la víctima y el servidor al que intenta conectarse.
Otra estrategia frecuente es la creación de WiFi falsos, redes que simulan ser legítimas, como las de un restaurante o aeropuerto, pero que en realidad son configuradas por hackers. Al conectarse, los usuarios entregan su información directamente a los atacantes sin sospecharlo.
Finalmente, técnicas como el packet sniffing permiten a los ciberdelincuentes utilizar herramientas especializadas para capturar datos no cifrados que circulan en la red. Esto incluye información que se transmite en aplicaciones y sitios web sin protocolos de seguridad adecuados.
¿Cuáles son los datos que están en riesgo?
Las redes públicas mal protegidas exponen una amplia variedad de información, entre los datos más vulnerables se encuentran las contraseñas, que pueden ser interceptadas al iniciar sesión en cuentas personales o laborales. También están en riesgo los detalles bancarios, como números de tarjeta de crédito y datos de acceso a plataformas de pago.

Además, los mensajes privados y correos electrónicos enviados a través de conexiones no seguras pueden ser leídos o incluso manipulados por terceros. Esto no solo compromete la privacidad del usuario, sino que también puede llevar a la pérdida de información crítica o la violación de su seguridad financiera y personal.
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¿Por qué las redes wifi públicas son vulnerables?
La principal debilidad de las redes públicas es la falta de cifrado. Muchas de ellas no emplean protocolos de seguridad adecuados, lo que permite que los datos transmitidos sean visibles para cualquier persona con las herramientas necesarias para capturarlos.
Otro factor es la confianza errónea que los usuarios depositan en redes gratuitas, asumiendo que son seguras solo por ser proporcionadas por establecimientos conocidos. Este tipo de confianza facilita que los ciberdelincuentes creen redes falsas que resultan indistinguibles de las legítimas.
Además, los dispositivos modernos suelen estar configurados para conectarse automáticamente a redes abiertas, compartiendo información básica como nombres de dispositivos o direcciones MAC.
¿Cómo protegerse ante los riesgos de las redes wifi públicas?
Para reducir los riesgos, de acuerdo con los reportes de Kaspersky, el uso de una VPN (Virtual Private Network) es una de las soluciones más efectivas. Este tipo de herramienta cifra la conexión del usuario, haciendo que los datos sean ininteligibles para cualquiera que intente interceptarlos.
Es recomendable evitar realizar transacciones bancarias o acceder a cuentas importantes mientras se esté conectado a una red pública. Estas actividades deben realizarse únicamente en redes seguras y confiables para minimizar el riesgo de exposición.

Antes de conectarse a cualquier WiFi, es importante verificar la autenticidad de la red, revisa el nombre oficial con el establecimiento, ya que los ciberdelincuentes suelen usar nombres genéricos o similares a los legítimos.
Evita redes sin contraseña o con conexiones lentas, ya que pueden ser inseguras. Desconfía de páginas de inicio sospechosas que pidan datos personales y es primordial prestar atención a las alertas de seguridad de tu dispositivo y buscar redes con cifrado (WPA2).
Finalmente, configurar los ajustes de privacidad en los dispositivos es una medida preventiva eficaz. Esto incluye desactivar la conexión automática a redes abiertas y asegurarse de que las actualizaciones de seguridad estén al día. Estos pasos fortalecen la protección contra posibles amenazas mientras se utiliza una red pública.
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POB/MMM