Meta, la empresa detrás de Facebook e Instagram, anunció la eliminación de su programa de verificadores de hechos externos.
Este cambio, presentado como parte de un esfuerzo por ampliar los debates en sus plataformas, plantea dudas sobre los motivos reales de la decisión, que podría estar más relacionada con recortes financieros que con la defensa de la libertad de expresión.
Fin de una colaboración millonaria
La decisión de Meta pone fin a años de colaboración con organizaciones como Reuters y USA Today, quienes desempeñaban un papel crucial en la verificación de contenido.
Estos programas, financiados directamente por Meta, representaban una inversión significativa para la empresa, que ahora apuesta por un modelo de moderación más económico basado en inteligencia artificial y la participación de los usuarios a través de herramientas como “Community Notes”.

El cambio ocurre en un contexto de competencia creciente con plataformas como TikTok y Google, lo que ha llevado a Meta a reestructurar sus prioridades financieras.
La eliminación de estos programas podría ser vista como un movimiento estratégico para reducir costos y maximizar sus márgenes de beneficio, aunque la empresa insiste en que busca fomentar conversaciones más abiertas.
¿La decisión de Meta va contra la libertad de expresión?
Para medios asociados como Reuters y USA Today, la medida representa una pérdida no solo de financiamiento, sino también de alcance, ya que estos programas les permitían intervenir directamente en la moderación del contenido viral.
La ausencia de verificadores externos también podría impactar a los usuarios, quienes ahora dependerán más de sus propias herramientas para discernir la veracidad de la información que consumen.
Por otro lado, organizaciones y especialistas han señalado que la moderación comunitaria y los algoritmos no siempre son efectivos para contener la desinformación, especialmente en contextos polarizados.

Política, Meta, economía y el futuro de la moderación
El momento del anuncio también coincide con un clima político polarizado en Estados Unidos, donde el regreso de Donald Trump a la presidencia ha generado tensiones sobre la regulación del discurso en redes sociales.
Aunque Meta ha intentado distanciarse de decisiones políticas, el retiro de los verificadores de hechos puede interpretarse como una señal de que prioriza la viabilidad financiera sobre la intervención en debates políticos.
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Desafíos para Meta y sus usuarios
El desafío para Meta será demostrar que sus nuevas herramientas son suficientes para mantener la calidad del debate en línea, sin que esto implique un aumento en la propagación de información falsa o engañosa.
A la par, queda por ver si este cambio mejora la experiencia del usuario o si genera más cuestionamientos sobre su papel como regulador del discurso público.
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POB/JCSD