Daniela Reyes: “La ciencia necesita más mujeres, y las mujeres más espacios en la ciencia”

Las mujeres en la ciencia enfrentan desafíos, pero también logran avances clave. Daniela Reyes, doctoranda en Óptica del INAOE, habla de su camino en la investigación.

En pleno siglo XXI, las mujeres en la ciencia siguen enfrentando barreras históricas que limitan su acceso a oportunidades, reconocimiento y crecimiento profesional. Aunque el talento y la capacidad no distinguen género, la realidad muestra que las investigadoras siguen siendo minoría en muchas áreas científicas.

En México, solo tres de cada diez personas en la investigación son mujeres, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt). La brecha de género es aún más visible en campos como la física, la ingeniería y las matemáticas, donde los espacios siguen dominados por hombres.

Sin embargo, muchas científicas están abriendo camino, desafiando estereotipos y demostrando que el conocimiento no tiene género. Una de ellas es Daniela Reyes, estudiante de doctorado en Óptica en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), quien en entrevista con Poblanerías compartió su experiencia en la ciencia, los retos que ha enfrentado como mujer y el impacto de su trabajo en la sociedad.

El inicio de una vocación científica

Para Daniela Reyes, su interés por la ciencia comenzó desde muy pequeña, cuando sus padres, a pesar de los recursos limitados, le compraban libros, un microscopio y un telescopio. “Siempre me fomentaron la curiosidad y el deseo de aprender”, recuerda.

Aunque en un principio su intención era estudiar medicina, un profesor de secundaria le mostró otro camino.

“Recuerdo con mucho cariño al director de mi escuela, que me preguntó por qué no estaba en el club de ciencias o en el de astronomía. Al siguiente fin de semana, ya estaba viendo por un telescopio y aprendiendo a identificar estrellas”, cuenta.

Desde entonces, su fascinación por la óptica y la ciencia de la visión la llevó a especializarse en el estudio de polímeros con aplicaciones en lentes poliméricas y prótesis artificiales que puedan servir como auxiliar en el diagnóstico de cataratas.

El trabajo de Daniela se centra en el desarrollo de materiales ópticos que pueden mejorar la calidad de vida de muchas personas.

“Los problemas visuales son un tema grave que impacta a la población. Trabajar en lentes y tecnologías ópticas permite que muchas personas puedan ver bien y llevar una vida normal”, explica.

Además, resalta que la óptica está presente en nuestra vida diaria en muchos aspectos: desde los telescopios hasta los lentes correctivos y dispositivos médicos avanzados.

Barreras de género en la ciencia

Uno de los mayores retos que ha enfrentado Daniela como mujer en la ciencia son los estereotipos de género. Desde su ingreso a la universidad, experimentó comentarios que minimizaban su capacidad por el simple hecho de ser mujer.

“En mi primera clase, un profesor nos dijo: ‘Tienen que apurarse, porque a ustedes se les alborota el útero y ya no van a terminar la carrera’”, recuerda con indignación.

Este tipo de prejuicios no solo afectan la confianza de las mujeres en la ciencia, sino que también contribuyen a una brecha de género evidente en los campos STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

En la publicación “Mujeres mexicanas en la ciencia”, difundida por Divulgación UNAM, se indica que, aunque las mujeres representan aproximadamente el 50% de los estudiantes en áreas de ciencias e ingenierías, su presencia disminuye en niveles de posgrado y en posiciones de liderazgo científico.

INAOE PUEBLA
Vista aérea del INAOE (Foto: La Resistencia)

Según Daniela, el problema no solo radica en los comentarios, sino en la realidad laboral, donde la brecha salarial entre hombres y mujeres se hace presente.

De acuerdo con la UNAM, en el sector de ciencias e ingenierías, los hombres perciben en promedio un 16.28% más de salario que las mujeres. Por ejemplo, una mujer en este campo gana en promedio 6 mil 927 pesos mensuales, mientras que un hombre gana 10 mil 566 pesos, una diferencia de 3 mil 629 pesos.

“Las estadísticas muestran que las mujeres ganamos menos que los hombres, aunque tengamos las mismas credenciales. Apenas el 33% de las científicas tienen puestos de liderazgo”.

La persistencia de estereotipos de género y prejuicios en la sociedad mexicana limita la participación plena de las mujeres en campos científicos y tecnológicos. Estos estereotipos pueden manifestarse en formas de violencia simbólica y discriminación dentro de instituciones académicas y científicas.

Otro obstáculo, precisamente, es el acoso y la violencia de género dentro de los espacios académicos y laborales. Daniela menciona que muchas mujeres en la ciencia enfrentan situaciones de hostigamiento y desigualdad de oportunidades, lo que desmotiva a muchas jóvenes a continuar en estos campos.

La importancia de referentes femeninos en la ciencia

A pesar de los retos, la doctoranda en Óptica subraya la importancia de contar con referentes femeninos que inspiren a las nuevas generaciones. “Cuando una niña ve a una mujer científica, ve una posibilidad para ella misma”, afirma.

El apoyo de la familia, docentes y mentores es clave para que más niñas y jóvenes se interesen en la ciencia.

“Yo tuve el apoyo de mis padres y de mi profesor de secundaria, pero muchas niñas no tienen esos referentes. Es fundamental que como sociedad impulsemos la igualdad en la educación científica”, comenta.

Además, enfatiza la importancia de la divulgación científica, ya que el acceso a la información permite que más personas comprendan el impacto de la ciencia en su vida cotidiana. “Hablar con niños que nunca han visto un telescopio y mostrarles el universo es algo mágico”, dice.

Daniela tiene un consejo claro para las niñas y adolescentes que sueñan con una carrera en la ciencia: “No tengan miedo. Enfréntense a todo lo que venga. Persigan sus sueños sin dudarlo”.

También las alienta a buscar redes de apoyo entre otras mujeres científicas: “Si tienen la oportunidad de acercarse a investigadoras, háganlo. No están solas”.

El futuro de la ciencia con más mujeres

A pesar de los obstáculos, el papel de las mujeres en la ciencia sigue creciendo. Iniciativas que promueven la equidad de género en el ámbito científico están abriendo camino para una mayor participación femenina.

Daniela Reyes es un ejemplo de resiliencia, pasión y compromiso con la ciencia. Su historia refleja la importancia de impulsar cambios estructurales para que más mujeres puedan desarrollar su potencial en el mundo científico.

“La ciencia necesita más mujeres, y las mujeres necesitan más espacios en la ciencia”, concluye.


 

Entrevista: Lizeth Flores Jácome
Producción Juan Carlos Sánchez
Asistencia: Mauricio Meléndez y Ana Fernanda Hernández


POB/LFJ