El gobierno de Javier Milei ha propuesto la eliminación del feminicidio del Código Penal, argumentando que todas las vidas deben ser tratadas por igual ante la ley.
Esta medida ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos, que advierten sobre los riesgos de desproteger a las mujeres ante la violencia de género.
Eliminación del feminicidio y sus consecuencias
De acuerdo con CNN, Mariano Cúneo, ministro de Justicia, argumentó que se debe defender la igualdad ante la Ley consagrada en la Constitución Nacional, que ninguna vida vale más que otra.
En México, también se generó un debate en 2020 cuando se propuso eliminar el tipo penal de feminicidio. La Fiscalía argumentó que es complicado para el Ministerio Público acreditar ese delito.
Sin embargo, en ambos países, esa decisión ha sido cuestionada, por diversas organizaciones. En su momento, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), en México, respondió que no existe un diagnóstico que respalde esta dificultad. Y en Argentina, el sábado 1 de febrero hubo movilizaciones rechazando los comentarios de Milei respecto a las políticas de género.
¿Qué hace a un feminicidio distinto de un homicidio?
En México, de acuerdo con el artículo 302 del Código Penal Federal “Comete el delito de homicidio: el que priva de la vida a otro”.
El feminicidio se incorporó al Código Penal Federal en 2012, en el artículo 325 se menciona que “Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida de una mujer por razones de género”,
Las razones de género, incluyen:
- La víctima presenta signos de violencia sexual.
- A la víctima se le infligieron lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia.
- Existen antecedentes de violencia familiar, laboral o escolar del señalado en contra de la víctima.
- La persona tuvo una relación sentimental, afectiva o de confianza con el supuesto feminicida.
- Que se hayan presentado amenazas relacionadas con el delito, lesiones o acoso del acusado contra la víctima.
- Que la afectada haya sido incomunicada previo al delito.
- El cuerpo fue expuesto o exhibido en un lugar público
- El sujeto activo haya obligado a la víctima a realizar una actividad o trabajo o haya ejercido sobre ella cualquier forma de explotación.
Tipificación del feminicidio
La tipificación del feminicidio en México ha sido un proceso gradual impulsado por la presión de organismos internacionales y la lucha de activistas como Marcela Lagarde. Aunque la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, promulgada en 2007, introdujo el término “feminicidio”, su inclusión en los códigos penales no fue inmediata.
La tipificación de feminicidio permite visibilizar un tipo de violencia que no solo atenta contra el derecho a la vida, sino también contra otros derechos fundamentales de las mujeres.
A pesar de que el feminicidio está reconocido en el Artículo 325 del Código Penal Federal desde 2012, persisten dificultades en su acreditación debido a la falta de comprensión entre conceptos sociológicos y jurídicos.
Investigadores como Jaris Mujica y Diego Tuesta han señalado problemas en el registro criminológico, sugiriendo que las categorías sociológicas son forzadas a adaptarse a marcos legales que no siempre reflejan la complejidad del fenómeno.
Además, muchos modelos legislativos han limitado la tipificación del feminicidio a una simple agravación del homicidio, lo que no aborda adecuadamente la violencia estructural contra las mujeres.
Es crucial diferenciar entre homicidios y feminicidios, ya que los primeros pueden tener elementos atenuantes que no deben aplicarse a los crímenes motivados por razones de género.
La violencia contra las mujeres requiere un enfoque penal específico que reconozca su gravedad y busque atacar sus raíces. Así lo destaca Scielo.
Implicaciones de eliminar la figura de feminicidio
Eliminar la figura de feminicidio puede resultar en un aumento significativo de la impunidad; sin esta figura, muchos casos podrían ser clasificados simplemente como homicidios, lo que dificultaría su adecuada investigación y enjuiciamiento, perpetuando así la cultura de violencia de género.
Sin la tipificación del feminicidio, las mujeres estarían aún más desprotegidas frente a la violencia de género. La figura del feminicidio no solo busca sancionar el acto en sí, sino también reconocer el contexto de desigualdad y discriminación que lo rodea.
América Latina ha visto un avance en la legislación sobre feminicidio gracias a la presión de movimientos feministas y organizaciones de derechos humanos. La eliminación de esta figura podría significar un retroceso en estos logros, debilitando los esfuerzos por erradicar la violencia de género y obstaculizando el desarrollo de políticas públicas efectivas.
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POB/JCSD
