OPINIÓN: La realidad de trabajar por dinero

Yo trabajo por dinero. El cliente pagó los honorarios y tuvimos una plática, así como mi trabajo se recomienda por sí mismo.

Hace algunos años, un prospecto de cliente me hizo una pregunta muy interesante:

¿Usted es de los buenos, o de los que cobra barato?

De esto ya tiene varios años.

Hoy puedo afirmar, que yo trabajo por dinero.

Mi objetivo es dar el mejor servicio que pueda.

Y voy a cobrar por ello.

Mi objetivo no puede ser la fidelidad, ni la gratitud del cliente, por la sencilla razón de que no soy el único contador del mundo, ni soy el único que puede dar un buen servicio.

Además, el cliente puede escoger otra opción más económica, o que cumpla con algún requisito específico que él busca; y de ninguna manera es una especie de traición, o de ofensa, el hecho de que deje de contratarme.

Incluso aún siendo su contador por muchos años, si decidiera contratar otra firma distinta a la mía, nada me debe. No es algo personal, sencillamente son sólo negocios.

Y quizá por el resultado de mi ejercicio profesional, el cliente obtenga una plataforma de crecimiento interesante.

O mejor aún, en algún momento de una plática, surja un consejo o un punto de vista que defina una oportunidad de negocio.

Quizá resulte para el cliente el negocio de su vida. Nada me debe. Quizá después tenga el gran detalle de recomendarme con algún conocido. Nada le debo.

Yo trabajo por dinero. El cliente pagó los honorarios y tuvimos una plática, así como mi trabajo se recomienda por sí mismo.

Nada de favores. Sencillamente negocios.

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La próxima vez que busque fidelidad, como diría un amigo, me compro un perro.

O tal vez como diría una amiga… “Los clientes son de todos… ¿Acaso no por 5 pesos, compramos en otro negocio?”

El cliente siempre nota el precio. Se percata. Es inteligente. No entra en conflicto con su propio dinero. ¿Qué sentido tiene competir por costo, si siempre existirá alguien que cobre más barato?

Por eso mi objetivo es dar el mejor servicio. El más completo que pueda.

Porque quiero que me recomienden. Pero no, no es barato.

Lo bueno no es económico. Es bueno.

Y yo no trabajo para que me den las gracias. De cualquier forma, por mucho que me desgaste, vamos a ser sinceros… ¿Por qué alguien lo debería hacer?

Yo trabajo por dinero. Ojalá tú también.

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POB/KPM