Fintech y MIPYMES: inclusión financiera en marcha

Fintech para MIPYMES es clave para la inclusión financiera en Puebla. Plataformas como Konfío o Kueski abren nuevas oportunidades para pequeños negocios.

Mientras los grandes debates económicos se concentran en la atracción de inversiones, el nearshoring y las cadenas de valor globales, persiste en México una realidad que exige atención prioritaria: las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), que representan más del 99% del total de unidades económicas y generan aproximadamente el 70% del empleo formal (SE, 2023). A pesar de su relevancia, muchas de estas empresas enfrentan serias barreras para acceder a servicios financieros, como créditos, seguros o herramientas de gestión.

Durante décadas, el financiamiento productivo ha estado reservado principalmente a grandes corporativos. Las MIPYMES, por su parte, han debido recurrir a esquemas informales o autofinanciamiento. La banca tradicional, aunque presente, impone requisitos poco accesibles, procesos largos y productos que no siempre responden a la realidad de estos negocios. Esta exclusión financiera ha limitado su capacidad de crecer, innovar o resistir crisis.

Es en este contexto donde las tecnologías financieras, o fintech, están reconfigurando el panorama. Con soluciones ágiles, digitales y centradas en el usuario, muchas plataformas están facilitando el acceso a financiamiento, medios de pago, facturación electrónica, seguros y servicios contables para miles de pequeños negocios. Empresas como Konfío, Kueski, Clip o Klar han abierto nuevas posibilidades para sectores tradicionalmente excluidos del sistema financiero formal.

Un ejemplo ilustrativo es Konfío, que ha facilitado el acceso a créditos para pequeños negocios del sector restaurantero en ciudades intermedias como Puebla y Tlaxcala. Su modelo de evaluación no tradicional, basado en datos de facturación electrónica y comportamiento digital, ha permitido a emprendedores adquirir equipo, invertir en inventario sin necesidad de presentar garantías físicas. Este tipo de herramientas representa un cambio estructural en el financiamiento productivo.

En el caso de Puebla, el fenómeno fintech adquiere una importancia estratégica que no puede pasarse por alto. El estado cuenta con más de 450 mil unidades económicas, de las cuales el 97% son MIPYMES (INEGI, Censos Económicos 2019). A nivel nacional, operan más de 650 empresas fintech, y Puebla se posiciona entre los 10 estados con mayor actividad emergente en este sector (Finnovista Radar 2023). Muchas de estas micro y pequeñas empresas aún enfrentan bajos niveles de digitalización y acceso limitado a servicios financieros, lo que representa una oportunidad estratégica para detonar su transformación productiva.

La adopción masiva de soluciones fintech en Puebla podría marcar un punto de inflexión para:

  • Impulsar la formalización económica, mediante facturación electrónica y servicios bancarios digitales;
  • Expandir el mercado, con medios de pago electrónicos y comercio digital;
  • Mejorar la gestión financiera empresarial, con herramientas accesibles desde el celular que permitan planear, registrar y tomar mejores decisiones.

Además, Puebla cuenta con clústeres productivos, cámaras empresariales, universidades técnicas y una comunidad emprendedora en expansión. Si estos actores se articulan de manera efectiva con el sector fintech y las instituciones públicas, el estado podría posicionarse como referente nacional en digitalización financiera para MIPYMES.

No obstante, el impacto de las fintech aún es desigual. Muchas MIPYMES desconocen estas herramientas, carecen de conectividad digital o de las habilidades necesarias para utilizarlas a su favor. Por ello, el reto ya no es solo tecnológico, sino estratégico y formativo: diseñar una política de inclusión financiera que articule a gobierno, academia, empresas y startups.

Puebla tiene el talento, las condiciones y los actores clave para liderar esta transformación. No se trata solo de incorporar tecnología, sino de construir un modelo económico más justo, accesible y competitivo.

 


POB/JCSD