Un quiebre regional: Ruptura de relaciones México-Ecuador

Se mantendrán suspendidas las relaciones México-Ecuador mientras Noboa siga en el poder, según confirmó el gobierno federal.

Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, ha confirmado de manera categórica que su gobierno no reanudará relaciones diplomáticas con Ecuador mientras Daniel Noboa siga siendo presidente.

Esta decisión, según sus propias palabras, responde directamente a la responsabilidad de Noboa en el asalto a la embajada mexicana en Quito y a las dudas sobre la legitimidad de su reelección:

No tendremos relaciones con Ecuador mientras Noboa ejerza el cargo de presidente, porque él fue el responsable de la invasión a la embajada de México, a nuestra soberanía”, afirmó Sheinbaum, subrayando además que el triunfo de Noboa fue “muy dudoso”, citando un informe de la OEA que cuestiona la equidad de la contienda electoral.

¿Qué sucedió entre México y Ecuador?

El 5 de abril de 2024, fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieron violentamente en la embajada de México en Quito para capturar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien había recibido asilo político por parte del gobierno mexicano, así lo narra Milenio.

Glas, acusado de corrupción, se encontraba refugiado en la sede diplomática desde diciembre de 2023. El operativo, que incluyó el uso de fuerza física y resultó en lesiones a diplomáticos mexicanos, fue ampliamente condenado por la comunidad internacional y considerado una violación flagrante de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

Como reacción inmediata, México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador y denunció el hecho ante la Corte Internacional de Justicia, argumentando una grave violación a su soberanía.

Ecuador, por su parte, justificó la acción alegando que México estaba protegiendo a un condenado por corrupción y se negó a otorgar el salvoconducto para la salida de Glas.

Perspectiva de México

Desde la perspectiva mexicana, el derecho al asilo político es un principio fundamental de nuestra política exterior y una obligación internacional respaldada por tratados y normas nacionales.

México puede otorgar asilo político a extranjeros cuya vida, libertad o seguridad estén en peligro por razones políticas y que no cuenten con la protección de su país de origen. Este derecho está consagrado en la Constitución mexicana, en la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, y en diversos instrumentos internacionales.

El asilo político puede solicitarse en territorio mexicano o en sus representaciones diplomáticas en el exterior. La protección del asilado es prioritaria y el Estado mexicano tiene la obligación de asegurar su integridad y derechos durante todo el proceso.

Además, la inviolabilidad de las misiones diplomáticas es un principio absoluto del derecho internacional, codificado en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Esto significa que los locales de una embajada no pueden ser penetrados por las autoridades del Estado receptor sin el consentimiento expreso del jefe de misión.

No existen excepciones a esta regla: cualquier violación constituye un acto grave contra la soberanía del Estado acreditante y contra el orden internacional.

Por su parte, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha reafirmado que Ecuador tenía la obligación de garantizar el respeto y protección de la embajada mexicana, sus bienes y archivos, y que debe abstenerse de cualquier acción que agrave la disputa.

Implicaciones de la ruptura de relaciones

Ecuador se encuentra en proceso de adhesión al bloque regional de la Alianza del Pacífico, por lo que ahora enfrenta obstáculos estratégicos. México podría vetar su ingreso, afectando la integración económica y la agenda comercial sudamericana.

Por otra parte, ambos países aseguran que los servicios consulares continuarán, no obstante, migrantes ecuatorianos en México reportan discriminación y temor a represalias, según El País. Esto podría alterar flujos migratorios y complicar la protección de derechos humanos en contextos transfronterizos, especialmente para quienes transitan por México hacia EE.UU.

Finalmente, en el ámbito comercial, aunque no hay sanciones formales, la tensión ya ha derivado en aranceles ecuatorianos a productos mexicanos (acero, plásticos) desde marzo de 2024 y presiones empresariales para diversificar mercados, afectando cadenas de suministro regionales.

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La ruptura de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador marca un hito negativo en la historia reciente de América Latina, evidenciando la fragilidad de los consensos regionales sobre la protección diplomática y el derecho al asilo.

Desafíos para la región

La decisión del gobierno mexicano de mantener la suspensión de vínculos mientras Daniel Noboa permanezca en el poder es tanto una respuesta contundente a una violación flagrante de la Convención de Viena como una advertencia para otros actores estatales sobre los límites de la soberanía nacional frente a las normas internacionales.

Este episodio deja lecciones profundas para el regionalismo latinoamericano: la necesidad de fortalecer los mecanismos de diálogo, la urgencia de respetar los principios básicos de la convivencia internacional y el riesgo de que las tensiones políticas internas escalen a crisis diplomáticas de gran alcance.

Mientras tanto, la región enfrenta el reto de reconstruir la confianza y garantizar que el respeto al derecho internacional prevalezca sobre las diferencias coyunturales.

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POB/KPM