En la avenida 8 Oriente del Centro Histórico de Puebla muy cerca del Teatro Principal y del Parque de Dolores se encuentra un puesto de antojitos que forma parte de la identidad gastronómica de la capital.
Se trata de Antojitos Vale –conocido popularmente como las memelas de la 8– un negocio familiar que desde hace 29 años ha permanecido en el mismo sitio ofreciendo memelas chalupas cemitas y tacos con una receta heredada por abuelos y transmitida entre hijas y nietas.
Historia de los Antojitos Vale de la 8 oriente
En entrevista para Poblanerías.com, Silvia Acero Manzano compartió la historia de Antojitos Vale un negocio familiar ubicado en la 8 Oriente que se ha mantenido por casi tres décadas gracias a la tradición heredada de sus abuelos y al esfuerzo diario de toda una familia que mantiene vivas las recetas típicas poblanas.
“mis abuelitos que ahora ya son difuntos nos enseñaron a trabajar ellos sabían hacer la masa desde cero y pusieron a mi mamá a trabajar con ellos para sacarnos adelante y de ahí ya mi mamá nos enseñó a preparar memelas” cuenta Silvia Acero Manzano encargada del puesto
El puesto funciona todos los días en un espacio modesto con comales encendidos desde temprano donde Silvia y su familia ofrecen una variedad de antojitos poblanos pero hay una memela que sólo aquí se prepara con ese sabor y esa técnica.
“Aquí la tradicional es la memela de carne, casi no la conocen muchos y ese es nuestro tip” dice con orgullo mientras atiende a los clientes que la buscan desde hace años o llegan por recomendación
Durante casi tres décadas han tenido momentos buenos y otros difíciles recuerda que “hay veces buenas y a veces malas ahorita por ejemplo está nublado y baja la gente en tiempos de calor la gente no quiere comer memelas” aunque el reto más fuerte fue durante la pandemia por COVID-19.
“nos afectó muchísimo el porcentaje del negocio era más alto y desde entonces bajó muchísimo lo pensamos pero dijimos si el negocio llevaba muchísimos años para qué cerrarlo entonces nos mantuvimos y seguimos aunque fuera lo poquito que saliera para comer nada más”
A pesar de las dificultades se han mantenido con clientela fiel que los busca desde hace años y nuevos visitantes que llegan incluso del extranjero, de Japón y de Estados Unidos y que sin importar la barrera del idioma, los turistas consumen los antojitos típicos que ofrecen en el negocio.
Además, menciona que los extranjeros han prefieren opciones distintas a la carne, incorporando ingredientes como champiñones y nopales en sus memelas.
El lugar se ha convertido en parte del entorno del Centro Histórico y para Silvia representa más que un negocio.
Para Silvia, el puesto de antojitos se ha vuelto parte de su vida cotidiana, tanto que asegura pasar más tiempo ahí que en su propia casa.
“Vivimos más aquí que en nuestra casa, la verdad. Somos muy conocidos aquí, diario estamos, diario tenemos gente, convivimos con diferentes personas”, explicó.
Aunque en algún momento han considerado expandirse, han decidido mantenerse en el mismo lugar donde comenzaron, conscientes de que ese espacio forma parte de su identidad y del reconocimiento que tienen entre la clientela.
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Antojitos Vale ha logrado mantenerse sin cambiar sus recetas sin seguir tendencias y conservando el sabor de siempre como parte de la vida cotidiana del centro de Puebla un lugar donde cada memela conserva la historia de quienes la preparan y el gusto de quienes regresan una y otra vez.
CRÉDITOS
Mauricio Meléndez
Mariana del Villar
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POB/MMM
