El cardenal Robert Prevost fue elegido como el nuevo Papa este 8 de mayo de 2025, tras cuatro rondas de votación concluidas en el cónclave reunido en el Vaticano. La decisión se tomó luego del fallecimiento del Papa Francisco, quien dirigió la Iglesia Católica desde 2013 hasta su deceso en abril de este año.
La elección se llevó a cabo bajo los protocolos establecidos por el Colegio de Cardenales, en una ceremonia privada celebrada en la Capilla Sixtina. El humo blanco, señal tradicional de que se ha alcanzado un consenso, fue emitido tras la cuarta votación.
El nombre papal que asumirá Robert Prevost es León XIV. La ceremonia de presentación ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro donde se dio el anuncio tradicional: Habemus Papam.
¿Quién es el nuevo Papa Robert Prevost?
Robert Prevost, de nacionalidad estadounidense, nació en Chicago, Illinois, en 1955. Es miembro de la Orden de San Agustín y ha desempeñado diversos cargos dentro de la Iglesia Católica, tanto en América Latina como en la Curia Romana.
Antes de ser elevado al cardenalato por el Papa Francisco, Prevost fue obispo de la diócesis de Chiclayo, en Perú, país donde desarrolló gran parte de su labor pastoral.
En 2023, fue nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos, una de las oficinas más influyentes del Vaticano, desde donde coordinó procesos para la administración eclesiástica global.
Habla español con fluidez, tiene formación en Derecho Canónico y ha sido reconocido por su cercanía con comunidades locales y enfoques pastorales en zonas de misión.
Su elección como nuevo pontífice marca un momento importante para la Iglesia Católica, al representar tanto una continuidad del legado pastoral de Francisco como una posible apertura hacia nuevas líneas de trabajo en América y el resto del mundo.
¿Qué representará León XIV para la Iglesia y el mundo?
León XIII, a quien alude directamente el nuevo nombre pontificio, fue un papa clave en el tránsito de la Iglesia hacia la modernidad, al emitir en 1891 la encíclica Rerum Novarum, sobre los derechos de los trabajadores y la propiedad privada. Que un papa estadounidense asuma esa referencia puede interpretarse como una señal de renovación, pero también de posicionamiento estratégico ante los conflictos globales.
De acuerdo con analistas del Vaticano, esta elección podría abrir un nuevo ciclo dentro de la Iglesia, caracterizado por una mayor implicación diplomática, un discurso social renovado y una redefinición del rol geopolítico del Vaticano.
No obstante, también se anticipan tensiones con sectores más conservadores dentro de la curia y con iglesias locales del sur global.
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POB/LFJ