Del 1 al 5 de mayo de 2025, la ciudad de Puebla celebra la séptima edición del Festival de la Cemita Poblana, un evento gastronómico que reúne a más de 35 expositores en el Parque del Carmen.

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(Foto: Juan Carlos Sánchez)

Desde las cemitas tradicionales de milanesa y jamón hasta propuestas como las cemitas de chalupas con chapulines o las cemitas de helado, el festival muestra la diversidad de preparaciones de este platillo considerado “el más poblano de todos”.

Un recorrido por los sabores

En un recorrido hecho por Poblanerías.com, vimos que las cemitas tradicionales no faltan. Entre ellas, destacaron las Cemitas América, con más de 70 años de historia en Puebla.

“Tenemos de cabeza de puerco, maciza, oreja, cueros, ojo, nana, buche. Como decía mi abuelo: ajo, cebolla y laurel, vamos a comer una cemita con Manuel”, expresó uno de los herederos de esta tradición. Las venden los 365 días del año en sus dos sucursales del Centro Histórico.

Pero el Festival de la Cemita también fue escaparate de innovaciones culinarias. La nevería “El Muñeco” presentó la cemita de helado: tres bolas de helado en pan de cemita, bañadas con rompope o chocolate.

“Un día teníamos hambre y pocas ventas, así que usamos una cemita vacía y le pusimos helado. Descubrimos que sabe delicioso”, contaron.

La venden en sus sucursales durante el festival y es una de las más buscadas por quienes disfrutan el contraste entre lo salado y lo dulce.

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(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz)

Otro caso es el de Chalupas Las Auroras, que fusionó dos iconos de la gastronomía poblana: las chalupas y la cemita.

“La cemita más rara que tenemos es la de chalupas con chapulines. Solo la vendemos en este festival. Les digo a los que dudan por los chapulines: pruébenla, no se dejen llevar, tiene un sabor muy rico”, comentó Aurora.

Su preparación, explicó, surgió como una idea exclusiva para esta feria y se ha convertido en una de las favoritas del evento.

Desde el Estado de México está Cemitas Selectas Chalco con sus cemitas exóticas, pensadas para los más aventureros y para los más pequeños. Presentaron la doricemita y la Taki Cemita, combinando Doritos o Takis con la estructura clásica de una cemita. “Queríamos que los niños se animaran a comer cemita. Y la verdad, sí les encanta”.

Festival de la Cemita Poblana
(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz)

También ofrecen cemitas de más de 1 kg, ideales para compartir en familia o entre amigos. Además, lanzaron un reto: comer una cemita de más de 3.5 kg, con ingredientes como milanesa, pierna, salchicha, queso, chorizo, piña y más.

“Si alguien se la termina, no la paga. El año pasado perdimos 10 cemitas con ese reto y esperamos romper el récord”, aseguraron.

La Arena Puebla también estuvo presente, representada por Gordo Jr. y sus cemitas tradicionales.

“Nosotros vendemos la clásica de milanesa de puerco con papas, rajas, cebolla, jitomate y quesillo. Somos ya la cuarta generación. Mi bisabuelo, el bigotón, fue el que empezó”, comentó con orgullo.

Estas cemitas, explicó, se distinguen por el uso de ingredientes como las papas y las rajas, que aportan un sabor único y muy característico.

La cemita poblana: más que un antojito

La cemita poblana es un pan con ajonjolí, distinto al bolillo, que se rellena con aguacate, quesillo, chipotle y carnes como milanesa, pata o jamón. Su origen se remonta al Mercado de la Victoria, donde se servía con ingredientes sencillos, pero sabrosos.

Festival de la Cemita Poblana
(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz)

Hoy, es uno de los platillos más emblemáticos de Puebla y su variedad de combinaciones demuestra su capacidad de adaptarse a nuevas tendencias.

Cada año, el Festival de la Cemita vende más de 18 mil piezas. Para esta edición 2025, el evento cuenta con concursos, talleres, conferencias y espectáculos.

La entrada es gratuita y el horario de 10:00 a 18:00 horas, permitiéndole a cientos de asistentes disfrutar y descubrir nuevas formas de degustar este emblema de la gastronomía poblana.

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(Foto: Juan Carlos Sánchez Díaz)

Además de la comida, el festival también funciona como un espacio de encuentro cultural, donde se presentan espectáculos musicales, actividades infantiles y dinámicas para toda la familia.

La variedad de cemitas del festival es parte de la riqueza culinaria de Puebla: desde las versiones más fieles a la tradición hasta las reinvenciones más atrevidas. Y aunque algunas mezclas puedan parecer extrañas, los sabores sorprendieron y conquistaron paladares.

 

 

 


POB/LFJ