La Fiscalía General del Estado de Puebla confirmó que los restos localizados el 14 de abril de 2025 en una vivienda de la colonia Playas del Sur corresponden a Rafita, menor de 12 años reportado como desaparecido desde octubre de 2020. Así lo informaron la fiscal Idamis Pastor Bentacourt y el colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla.
Los restos fueron encontrados tras una nueva inspección al domicilio donde el menor vivía con su padre, su madrastra y dos hermanastras.
De acuerdo con información del colectivo, los resultados de las pruebas genéticas se dieron a conocer el 11 de junio, confirmando la identidad del menor.
La fiscal Pastor Bentacourt explicó que la obtención de los resultados se retrasó debido a que las muestras recolectadas estaban contaminadas por un hongo. Finalmente, el 10 de junio se obtuvo una confronta genética positiva y los restos fueron entregados a la familia del menor.
El hallazgo se produjo tras casi cinco años de búsqueda
Rafita fue reportado como desaparecido el 6 de octubre de 2020.
Según el testimonio de su madre, Teresa Vega, quien forma parte del colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla, el niño vivía con su padre bajo custodia compartida. Durante la pandemia, la comunicación entre madre e hijo se redujo hasta que la suegra de Teresa le informó que el menor llevaba un día desaparecido.
La desaparición fue reportada por la madrastra, María Elva N., quien declaró que había enviado a Rafita a comprar una lata de frijoles y no regresó. Dos días después, tanto ella como el padre del menor y sus dos hijas abandonaron la vivienda.
En noviembre de 2020, la Comisión Estatal de Búsqueda realizó una primera inspección al domicilio sin resultados. Sin embargo, en una nueva diligencia realizada el 14 de abril de 2025 se localizaron restos óseos enterrados en la misma vivienda, los cuales resultaron ser del menor.
La Fiscalía integra órdenes de aprehensión
La fiscal Pastor Bentacourt señaló que ya se trabaja en la integración de las órdenes de aprehensión contra quienes resulten responsables. Los principales sospechosos son el padre del menor y su pareja sentimental, quienes huyeron del estado de Puebla.
Hasta el momento, no hay personas detenidas. La Fiscalía no ha informado sobre imputaciones específicas ni sobre la causa de muerte. Pastor Bentacourt indicó que este último dato se omite por respeto.
Uno de los elementos que llamó la atención desde el inicio del caso fue que la denuncia por desaparición se presentó con una fotografía que no correspondía al menor. Esta imagen fue utilizada en la ficha de búsqueda y en la Alerta Amber, lo que dificultó las labores de localización.
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Teresa Vega, madre de Rafael, señaló que al día siguiente de la desaparición el padre y su pareja limpiaron la casa y empacaron sus pertenencias. Desde entonces, se emprendieron acciones para ubicarlos, pero inicialmente no fueron considerados sospechosos ni se abrió una investigación formal en su contra.
La madre del menor recibirá los restos de su hijo para realizar las exequias correspondientes, tras casi cinco años de búsqueda constante.
Omisiones y seguimiento institucional en el caso Rafita
El caso ha generado cuestionamientos sobre las acciones emprendidas en los primeros días tras la desaparición de Rafael, así como sobre el tiempo transcurrido antes del hallazgo de sus restos.
La vivienda donde fue localizado permaneció sin ser intervenida durante casi cinco años, pese a que el menor fue reportado como desaparecido desde el 6 de octubre de 2020 y que sus familiares abandonaron el domicilio apenas dos días después.
En noviembre de ese mismo año, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas realizó una primera inspección en la vivienda sin que se encontraran indicios.
Fue hasta el 14 de abril de 2025, tras una segunda intervención en el mismo inmueble, que se localizaron los restos del menor. Las razones por las que no se detectaron previamente no han sido aclaradas.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no ha informado si se han iniciado investigaciones internas para determinar si hubo omisiones en las diligencias realizadas en 2020. Tampoco se ha dado a conocer si se solicitó la colaboración de otras autoridades estatales o federales para ubicar al padre del menor y a su pareja, quienes se encuentran prófugos.

Organizaciones como el colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla han insistido en la necesidad de establecer protocolos más eficaces de búsqueda inmediata, especialmente en casos que involucran a niñas, niños y adolescentes.
La madre del menor, Teresa Vega, forma parte de dicha organización y mantuvo una búsqueda activa desde la desaparición de su hijo.
Este caso también ha reactivado el debate sobre los mecanismos de protección a la infancia y la implementación del principio del interés superior de la niñez en investigaciones judiciales.
Hasta ahora, no se ha informado si la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla ha emitido alguna postura o iniciado una revisión del caso.
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POB/LFJ