El servicio de hemodiálisis en el Hospital General del Sur, ubicado en Puebla capital, fue suspendido sin aviso formal, dejando sin atención a más de 140 pacientes renales que dependen de este tratamiento para mantenerse con vida.
Según lo narrado por personas afectadas, algunos usuarios fueron notificados que la interrupción se debió al fin del contrato con la empresa Zdenko, encargada de proveer los equipos y consumibles para realizar las sesiones; no obstante, varios llegaron a su cita habitual y encontraron vacía el área de atención.
Ante la falta de información y alternativas, decenas de familiares y pacientes realizaron una manifestación que incluyó el bloqueo de un carril del Periférico Ecológico, a la altura de Periplaza. Portando pancartas, exigieron a la Secretaría de Salud de Puebla resolver de inmediato la falta de insumos y equipos para reanudar la hemodiálisis.
De acuerdo con testimonios, algunos pacientes empezaron a presentar síntomas de complicaciones médicas. Una persona tuvo que ser llevada de urgencia a otra área del hospital, mientras otros relataron que requieren al menos tres sesiones a la semana para controlar su condición.
La suspensión del servicio obliga a los pacientes a buscar alternativas privadas, pero una sesión de hemodiálisis tiene un costo que va de mil 800 a 3 mil pesos, sin contar medicamentos ni traslados. Para muchas familias, cubrir ese gasto es inviable.
Además, pacientes y familiares recordaron que muchos provienen de municipios como San Martín Texmelucan, Izúcar de Matamoros, Tepeaca y Tecali, por lo que el traslado a clínicas privadas implica costos adicionales y más tiempo de espera.
Sin fecha para reanudar el servicio
En respuesta, la Secretaría de Salud estatal y el IMSS-Bienestar emitieron un comunicado en el que afirmaron trabajar para restablecer la continuidad del servicio de hemodiálisis, pero sólo hicieron referencia al Hospital General de Huauchinango, sin precisar una solución para los pacientes de la capital.
La dependencia explicó que la suspensión ocurrió porque la empresa subrogada notificó la terminación del contrato y retiró sus equipos. Sin embargo, hasta ahora no se ha informado cómo o cuándo se renovará el servicio en el Hospital General del Sur.
Los manifestantes solicitaron la intervención del gobernador de Puebla para garantizar que los pacientes reciban el tratamiento sin interrupciones. Subrayaron que la hemodiálisis es vital para personas con daño renal crónico y su suspensión prolongada pone en riesgo su vida.
Al cierre de la jornada, no hubo acercamiento directo por parte de autoridades de salud con los manifestantes, quienes advirtieron que continuarán con bloqueos si no se presenta una alternativa clara para cubrir las sesiones interrumpidas.
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POB/LFJ