Mont Blanc, Gucci, Lacoste, Longines y Bulgari llegaron a La Habana, este sitio comunista estrenó centro comercial y hotel de lujo: la Manzana de Gómez.
Muchas de las marcas pisan por primera vez suelo cubano, pues no había un solo lugar parecido en todo el país.
Hoy, la situación es distinta, los cubanos y turistas ahora pueden pasearse en este centro comercial de lujo y aunque la mayoría de las personas lo recibió de manera positiva, los precios en estos establecimientos los han dejado con la boca abierta, ya que están totalmente fuera de su presupuesto.
Los visitantes si van al centro comercial; sin embargo, mucho de ellos han adoptado este como un lugar para “solo mirar”. ¿Qué pensarán los cubanos al ver las etiquetas de los miles de productos que por años se habían mantenido en incógnita?
Al final, la Manzana de Gómez podría ser solo un atractivo más para los turistas y uno que otro cubano rico, el salario de un local promedio no es suficiente.
Francisco, un agrónomo cubano jubilado, señala que este nuevo centro comercial si beneficiará a los cubanos.
El turismo es el motor de nuestra economía ahora”, me dijo con un mucho convencimiento (…) Estos precios, entiendo, son los mismos en todo el mundo, ¿por qué los turistas no querrían comprar un recuerdo así en Cuba?”, dijo en entrevista para el BBC Mundo.
La Manzana de Gómez se instaló en un edificio viejo construido en el siglo XX. Es propiedad de la empresa de turismo del ejército cubano -Gaviota-, pero dirigido por la cadena suiza Kempinski; una sociedad mixta.
El precio por noche en una habitación barata es de 440 dólares (ocho mil pesos aproximadamente), las más caras están hasta en dos mil 500 dólares, es decir, 47 mil pesos aproximadamente.
POB/FOL
