La llegada de Enrique Ochoa Reza a la dirigencia nacional del Partido Revolución Institucional (PRI), será un tema nada fácil, dado que de entrada estarán a prueba los comicios de 2017, donde se elegirán tres gubernaturas, incluyendo la del Estado México, sentenció Alejandro Guillén Reyes, analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).

Señaló que “imponer” al nuevo líder nacional del tricolor tal vez no sea lo más conveniente para ese partido, y habrá que esperar cómo reaccionan los demás liderazgos al interior del PRI.

Incluso, afirmó que existe una convulsión por el arribo de Ochoa al CEN del PRI, por tanto habrá que esperar los reclamos de los demás grupos políticos en los estados.

POB/JS