Rubén Darío, el más grande de los poetas nicaragüenses y uno de los de mayor influencia en el ámbito hispánico; reconocido precursor del movimiento literario modernista en lengua castellana, falleció hace 102 años, el 6 de febrero de 1916, en León, Nicaragua, a los 49 años, tras haber escrito una vasta obra en prosa y lírica.

El escritor nació en Metapa, Nicaragua, el 18 de enero de 1867. A los 14 años radica en El Salvador. Posteriormente se traslada a Chile, donde se desarrolla como periodista y trabaja en diarios y revistas como “La Época” y “La Libertad Electoral” y “El Heraldo”.

El llamado “Príncipe de las letras españolas” también se desempeña como cónsul de su país, lo que le permite realizar viajes a, Paris, España y Argentina, entre otros.

Su obra estuvo marcada por la publicación de los libros: Azul…, en 1888; Prosas profanas y otros poemas, en 1896 y Cantos de vida y esperanza, en 1905.

El gobierno de Nicaragua le rinde honores con la Jornada Dariana 2018, que durará todo el año, e incluirá exposiciones, publicaciones, recitales, entre otros, según informó el sitio Telesur.

El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ha resaltado, en homenajes previos, el legado literario y cultural que dejó Darío a su país, a América Latina y el mundo:


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Rubén nos heredó a los nicaragüenses la fortuna de la dignidad, el honor de poder decir: Rubén nació aquí en un rinconcito, ahí en Metapa; Rubén llegó después a León y aquí se bautizó, aquí creció; y luego Rubén voló… voló por todo nuestro planeta y sigue volando y seguirá volando en la conciencia y en el alma de todos nuestros pueblos.

 

 

POB/WPR