En 1939, junto a Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna, don Luis Calderón Vega contribuyó de manera trascendente a la fundación del PAN, con el objetivo principal de sacar al papá del PRI, al entonces Partido de la Revolución Mexicana (PRM) de Los Pinos y, así, contribuir a generar el progreso de México y sus ciudadanos, desde esa época oprimidos por un sistema político corrupto, corruptor y depredador del bien común y la justicia social.
Por ello, resulta irónico que en este 2012, 73 años después de que su papá fundara al PAN, Felipe Calderón haya hecho su máximo esfuerzo por echar al PAN de la Presidencia de la República lográndolo por amplio margen, como lo demuestra el que en la elección federal de julio pasado el blanquiazul haya quedado en 3er lugar muy por atrás del PRI y de la coalición de izquierda.
Muerto en 1989, 11 años antes de que el PAN ganara por primera vez las elecciones federales y la Presidencia de la República seguramente don Luis Calderón Vega nunca imaginó que uno de sus hijos se encargaría de hacer que el PRI regresara a Los Pinos, luego de encabezar un gobierno federal que incrementó la cantidad de mexicanos pobres, provocó la muerte de miles de mexicanos y fortaleciera un régimen político corrupto y atentatorio contra los ciudadanos.
También es de risa loca pensar que, mientras su padre trabajó durante décadas por el albiazul; el ya casi ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, se haya encargado de hacer que el PAN retrocediera hasta la 3ra fuerza política nacional hasta en 2 ocasiones, primero como dirigente del CEN panista en 1997 y después como titular del Ejecutivo federal.
Del candidato del empleo… al presidente de la pobreza
El fracaso estrepitoso en el gobierno federal calderonista tiene varias aristas: política, social, económica y hasta de seguridad pública. Y la mejor prueba de su debacle se dio en la elección federal de julio pasado, cuando decenas de millones de mexicanos salieron a las calles para mandar al partido del presidente, el PAN, hasta el 3er lugar en las preferencias ciudadanas.
Esta debacle comenzó desde los 1ros meses de la gestión de Felipe Calderón, quien en campaña dijo que “voy a ser el presidente del empleo” y, a 15 días de dejar el poder, se encuentra a punto de entregar un México con 60 millones de pobres, como lo dijo el 24 de septiembre pasado el prestigioso medio CNN Expansión, que publicó el estudio “2012 Los Retos de México ante el Cambio de Gobierno” en que académicos del ITESM estiman que el sexenio cerrará con 60 millones de personas que carecen de los recursos para allegarse los satisfactores necesarios.
Ese día, CNN Expansión publicó una entrevista con José Luis de la Cruz, académico del ITESM campus Estado de México, quien señaló que 1 de cada 4 pobres en el país se sumó a esta categoría durante el sexenio al no poder cubrir sus necesidades de alimentación y vestido, además de que en el calderonato también se redujeron los salarios, prestaciones y derechos laborales.
De acuerdo a cifras oficiales del 6to y último Informe de Labores del mismo Felipe Calderón y basándose en datos oficiales del INEGI y del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), el “candidato del empleo” se convirtió en los hechos en el presidente promotor de la pobreza.
El 2 de septiembre del 2012 el diario El Economista publicó que anexos oficiales de la Presidencia de la República confirman el notorio aumento de la pobreza en el gobierno de Felipe Calderón, cuya gestión hizo que la pobreza alimentaria alcanzara a los 21 millones de mexicanos, cuando en el 2006 esa cifra era de 14 millones.
Para el 2010, 57 millones de mexicanos viven en condiciones de pobreza patrimonial, pese a que en el 2006 eran 45 millones quienes la padecían. Son muchos los ciudadanos que carecen de los ingresos necesarios para una vida digna.
En cuanto a la pobreza de capacidades, que consiste en carecer de los recursos necesarios para adquirir la canasta básica e invertir en educación y salud; en el 2006 había 22 millones de compatriotas en esa situación que para el 2010 ya había alcanzado a 30 millones de ciudadanos.
De este tamaño es el fracaso de Felipe Calderon y sus colaboradores en materia social.
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