Alquimia de Poder
¿Dónde están las campañas? Esta pregunta nos la hacemos muchos, cuando vemos las puestas en escena que se han montado en Puebla.
Entre la simulación y actuaciones que rayan en lo ridículo, candidatos a senadurías, diputaciones locales y federales se han convertido en verdaderos simuladores.
Ya con la candidatura en mano, varios de ellos, se siguen escudando en el desgastado discurso de “soy ciudadano”, como si serlo, es la mejor justificación para no caminar el distrito, entablar interacción con la gente, escuchar la crítica de los ciudadanos y deslizar el lápiz para armar propuestas.
Por otro lado, encontramos a los que disfrazan los cañones de billetazos que están invirtiendo, con los pobres argumentos de: “La gente me quiere, ellos me conocen, quieren mucho a mi partido, valoran mi sencillez”.
Y así, con estos pobres argumentos, se atreven a visualizar una campaña pobretona en intelecto y estrategia, porque para ellos, el argumento mejor logrado es decir: Haré campaña de suela, saliva y sudor; estamos en austeridad”.
Pues la austeridad no se nota mucho con el despliegue de propaganda que candidatos como Mario Riestra están haciendo por todo el Estado.
La pregunta del millón es: ¿y de dónde salió tanto dinerito Mario?
Espectaculares, micros perforados, acarreados y la exigencia de por lo menos mil personas en sus actos de campaña, son las peticiones del “Niño Riestra”.
El contraste afortunadamente también se está dando en este proceso electoral. Habitantes de los distritos con cabecera en la capital poblana se preguntan quiénes son sus candidatos a diputaciones locales y federales. Algunos candidatos buscan la comodidad de reunirse con militantes de su partido en alguna casa pero hasta ahí.
Hay casos verdaderamente patéticos como los candidatos de partidos satélites como el Partido Verde Ecologista de México, donde sus abanderados al carecer de estructura, están haciendo campañitas cómodas únicamente en redes sociales, sin gente y sin propuestas reales para los distritos en los que contienden.
Estos farsantes, usan sus redes sociales para grabar videos, subir fotos, hacer testimonios con sus amigos, ya en el colmo del descaro, solo falta que sus papás aplaudan y lancen porras a estos candidatos.
Sin embargo, por fortuna la diferencia se nota con dos candidatos jóvenes que con sus respectivos estilos están haciendo un buen trabajo que se palpa porque en sus distritos los conocen, la gente conecta con ellos sin necesidad de grandes estructuras.
Muy buen trabajo el de Alejandro Carvajal de Morena en el Distrito 6 y el del priista Iván Galindo Castillejos en el distrito 12.
Pero no todo es felicidad, en el lado de la desfachatez encontramos a Nadia Navarro, candidata al Senado y compañera de fórmula del niño Riestra.
La señora se atrevió a señalar a los medios de comunicación como acosadores al cuestionarla sobre su ausencia en algunos actos de campaña de su compañero de fórmula.
Digamos que a ella habría que aplicarle la de darle una sopa de su mismo chocolate. Navarro es ignorada y minimizada por su compañero con quien busca llegar al senado; es lo mismo que ella hizo cuando estuvo al frente del Instituto Poblano de las mujeres al ignorar la gravedad de los feminicidios en Puebla.
Un tema en el que debemos poner especial atención, son las denuncias hechas hace unos días por la candidata de Morena a la Presidencia Municipal de Atempan, Elizabeth Lourdes Martínez Romano. Esta candidata ha recibido amenazas de muerte para ella y su familia.
Resulta indignante que si de por sí las candidaturas de género reflejan una inequidad por las condiciones en las que se han dado, algunas mujeres que lograron obtenerlas hoy enfrenten amenazas del crimen organizado.
No quitemos los reflectores a estas denuncias, ya que para estos casos no se tienen las mínimas garantías para que una candidata en caso de amenazas reciba por lo menos una protección policiaca o de seguridad DIGNA.
Finalmente, si algún deslucido candidato le llega a decir que el dinero que le da viene del PAN, PRI y que usted va a comer de esos partidos, refrésquele la memoria y dígale que es al revés. El dinero que ellos usan es del erario y por lo tanto somos nosotros quienes mantenemos diputados, senadores y toda una pléyade de burócratas congresistas que no cumplen con su trabajo.
Recuerde #VotoAntichapulín “Ellos volverán a brincar, usted, NO”.
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POB/LFJ
