OPINIÓN: Caravana Migrante y la lamentable labor de periodistas en Puebla

Con notables y orgullosas excepciones, el papel de los medios en el periodismo, dista muchas veces de realizar su justa función: informar, para solo cumplir con requisitos para recibir el "apoyo" gubernamental que, en su mayoría, son migajas.

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Dicen que es de mal gusto o es mal visto iniciar una columna de opinión con una pregunta, que denota falta de creatividad. Entonces, antes de preguntar, emitiré mi juicio: me trauma la calidad de periodismo, si es que se puede llamar así, que realizan varios de los compañeros en Puebla capital, sobre todo por no tener la capacidad de “ver la noticia” y solo recurrir al oficialismo.

Ahora sí, ¿cómo podemos saber si alguien “es” a lo que se dedica? Es decir, qué nos “hace” lo que hacemos. Si alguien dice que es médico, carpintero, actor, cineasta, periodista, profesor, etc: ¿Portar algún uniforme, realizar alguna actividad con regularidad, recibir una remuneración económica o solo decirlo y ya?

No sé si todos aquellos que se dicen ser periodistas en Puebla, realmente lo sean. Por ejemplo, en las fuentes de deportes y espectáculos, se presta mucho a que existan “fans con gafetes”. Su comportamiento es el principal ingrediente que los delata, son los primeros en pedirle “al famoso” tomarse una foto, mientras están en los eventos. El segundo ingrediente, son sus juicios. Formas de abordar, quejarse y opinar, enriquecen el juicio: “este no es periodista”.

El domingo 4 de noviembre, teníamos como periodistas, “la nota” en bandeja de plata. En un solo lugar podíamos encontrar decenas de historias que contar. Salir de la “zona de confort” o de la rutina diaria (según sea el caso). Me refiero a la Caravana Migrante.

Sin embargo, es evidente que hay varios tipos de periodistas. Desde quienes no son dueños de sus decisiones, pasando quienes no tienen capacidad de propuesta; hasta quienes simplemente, recurren al boletín, versión oficial o declaración –itis–.

Me pareció lamentable que, en ese “famosísimo” grupo de Whatsapp que, tienen los encargados de la comunicación social de nuestra H.H.H.H. alcaldesa, Claudia Rivera, los “compañeros” periodistas se enfrentaran en alrededor de 50 mensajes, para decidir la pertinencia de: si ella debía o no acudir a verlos; si los de “atención a medios” debían ver por la seguridad de los migrantes (o esa impresión daban); que si alguien se volaba las notas; que si X o Y iban al ayuntamiento a hacer coberturas; que si ese X o Y, nomás se la pasaban “sentadotes”.


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Qué barbaridad y pena ajena. Por eso regreso a mi pregunta del inicio: ¿serán periodistas? Cómo es posible que no olfateen la noticia y vean que es más grande que el oficialismo que siempre hacen; cómo es posible que no se den cuenta que es un tema internacional; que los periodistas están para los lectores, no para los políticos (por aquello de la foto oficial) y que por tanto, deben informar.

¿Por qué creen que toda esa información la van (y deben) a obtener de un grupo de chat? Es triste.

Pero más lamentable, aquellos “jefes de prensa” que les respondieron. Algunos opinarán y dirán que es “porque es su función”, pero no lo hacen por eso; lo hacen por miedo, por “el qué dirán”. Habían tomado la sabia decisión de restringir el envío de mensajes en dicho grupo, solo los administradores podían, y como les “dieron un periodicazo”, lo abrieron de nuevo. Demostraron que, justamente, “sabia” solo era la decisión, pero no ellos.

No es crítica a particulares, es generalizada. Siempre he criticado el actuar y opinar de los usuarios y lectores, ahora es de los colegas o “colegas”. ¿Qué tipo de “periodismo” quieren hacer? ¿escribano, dictado, oficial, cómplice, argüende, o investigación, análisis, propuesta, profundidad? Analícenlo.

Si usted llegó hasta aquí en su lectura, muchas gracias.


POB/AAG